Desde 1896 y contando: Medallas de oro, la presea de las justas deportivas
Quienes tienen corazón deportivo, saben que lo más importante no es ganar, sino llegar a la meta y el proceso que lo hace posible. Eso es cierto, sin embargo, nadie niega la fascinación que las medallas despiertan.
De bronce, plata y… por supuesto, oro. La medalla dorada es la que se catapulta como el máximo reconocimiento dentro de una justa deportiva, en especial si se trata de los Juegos Olímpicos.
Desde 1896 hasta el 2016, las olimpiadas, como comúnmente se les llama, han sido protagonizadas por una interminable lista de atletas de diversas disciplinas y teniendo como sede diferentes partes del mundo; entre ellas, Atenas, París, Londres, Estocolmo, Amberes, Ámsterdam, Los Ángeles, México, Sidney, Pekín, Río de Janerio y en 2021, al fin enTokio.
En cada una de sus ediciones, los ganadores de las medallas de oro son quienes se llevan los principales titulares. Eso, con el paso del tiempo, ha hecho que el valor de cada pieza se incremente; no solo por el material con el que están fabricadas, sino por la historia del ganador, el contexto en el que se llevó a cabo los Juegos Olímpicos, entre otros factores.
Pero entonces, ¿son de oro?
Esa es una de las preguntas más recurrentes. Diversos medios especializados apuntan que el Comité Olímpico Internacional asegura que las medallas de oro sólo contienen 1.34 por ciento de oro, en otras palabras, alrededor de 6 gramos de oro de 24 kilates.
Sabías qué…
Se dice que fue hasta 1912 cuando las medallas dejaron de ser completamente del metal más dorado de todos.
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