El oro es un cúmulo de historia. Son numerosos los documentos y códices que citan las quejas que levantaron los pueblos indígenas ante los abusos cometidos por los funcionarios reales. De acuerdo con el portal Arqueología Mexicana, existen registros de pictografías donde se detallan las cantidades de oro que tenían que entregarse como parte del tributo.
Uno de ellos es el Códice de Tepetlaóztoc, el cual fue elaborado en la región de Texcoco, al oriente de la Ciudad de México; en él, la comunidad indígena envió al Consejo de Indias un expediente pictográfico en el que se hacía referencia a la historia y fundación de Tepetlaóztoc en la época prehispánica, donde se exponían los constantes abusos de sus encomenderos a lo largo de 32 años de tributos.
En dicho Códice se describen los productos entregados a cada uno de los encomenderos para cubrir las demandas exigidas, entre los que destacan pagos con maíz, textiles, frijoles, chiles, sal, pinole, guajolotes, así como los servicios personales de la gente empleada en la cocina, en caballerizas, en la construcción de casas, molinos o cualquier otra actividad.
En tanto, el oro fue acaparado por Hernán Cortés, Miguel Díaz de Aux y el factor (recaudador de la Real Hacienda) Gonzalo de Salazar. Según el Códice, desde 1523 se entregaron a Cortés, a lo largo de tres años, 120 tejuelos de oro con un valor de 3 mil 600 pesos de oro de minas, además de una preciosa joya en forma de escudo elaborada en oro y plumas ricas con la imagen de la diosa Xochiquétzal.
De acuerdo con el portal, antes de que se le quitara la encomienda en 1525, Cortés envió a un mayordomo para que recogiera una gran cantidad de tejuelos y planchones de oro, así como varios collares elaborados con pequeños caparazones de tortuga y cascabeles, sartales con diminutos insectos y otros collares de cuentas esféricas.
Códice de Tepetlaóztoc
Actualmente se encuentra en el Museo Británico de Londres, Inglaterra. Tiene 72 fojas de papel europeo con medidas de 29.8 por 21.5 cm, encuadernadas en un solo volumen.
