Para conocer la historia de la joyería en Jalisco, hay que acentuar dos cosas: El surgimiento de talleres en el tradicional barrio de San Felipe de Jesús y por otro, el peso de la charrería.
Como símbolo de mexicanidad, el traje de charro debe su belleza a la botonadura de plata y oro. Para conocer más sobre estos tesoros nos acercamos a Carlos David Hernández, quien proviene de familia joyera y cuenta con más de 15 años de experiencia como platero.
Desde su taller, ubicado en el Lienzo Charro Ignacio Zermeño Padilla, este tapatío ha realizado trabajos para personalidades que incluyen Vicente Fernández y Pepe Aguilar. Bajo diseños personalizados y técnicas artesanales como la filigrana, da forma a botones, hebillas, herrajes para monturas, cachas de pistola y demás en un ambiente lleno de caballos, botas o sombreros.
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