A lo largo de los años, el metal más dorado de todos se ha posicionado como una forma de inversión practicamente obligada para quienes buscan seguridad y al mismo tiempo, atesorar bellísimas joyas. Y es que además de su amplia historia así como presencia en múltiples culturas milenarias alrededor del mundo, el oro ha representado a través de sus reservas la manera en que diversas economías encuentran protección.
Hoy en día este fenómeno también dice presente entre infinidad de personas, quienes encuentran gran atractivo en dicha inversión. “Es una forma de proteger el poder adquisitivo del dinero de las personas, la joyería fina les garantiza que su dinero tenga un rendimiento seguro en caso de necesitarlo a futuro, ante un imprevisto pueden inmediatamente hacerlo líquido, es decir, transformarlo en dinero sin pérdida de valor.
Además brinda seguridad económica”, explica la Dra. Nora C. Ampudia, profesor investigador de la Universidad Panamericana Campus Guadalajara, especialista en política monetaria y financiera. Aunado al valor agregado por el diseño con el que fue concebida, la marca que la produjo o la colección a la que perteneció, la pieza de joyería de oro es clave en materia económica pues permite mantener un ahorro que se encuentra disponible en cualquier momento.
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