Cicatrices de oro

por adminjoyam

Kintsugi: El metal dorado es el elemento principal de este arte. ¡Descúbrelo!

 

Culturas milenarias como la de Japón, guardan múltiples creencias y perspectivas que en el ajetreo actual parecen concebidas en una historia de fantasía. El kintsugi, es prueba de ello.

Se trata del arte que desde hace siglos atrás, propone una solución a los objetos de cerámica que por algún accidente terminaron por quebrarse. Esta técnica centenaria, particularmente, pone especial atención al oro.

Sí, el metal más dorado de todos es el encargado de adornar estas cicatrices. A través de un barniz espolvoreado en oro, las partes rotas se adhieren nuevamente por lo que el resultado es inspirador: Objetos que muestran sus grietas bajo el esplendor y brillo que sólo el oro es capaz de brindar.

Lo anterior, se ha convertido no solo en una tendencia de diseño y decoración presente a lo largo de los años por sus resultados estéticos, sino por el mensaje de resiliencia y superación que supone.

Ante cualquier adversidad, aún se puede brillar.

El origen

La técnica nació en el siglo XV cuando Ashikaga Yoshimasa, quien fuese comandante del ejército japonés, mandó a reparar a China un utensilio típico donde se sirve el té.

Al recibir de nuevo la pieza con unas singulares grapas de la época, el dirigente no quedó satisfecho con los resultados y dada la importancia que tenía para él este objeto, pidió a sus artesanos más cercanos proponer una solución estética. El kintsugi fue la respuesta y el resto, historia aún vigente.

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