Impulsado por la Cámara de Joyería Jalisco, este nuevo programa ha sido un catalizador clave para muchas empresas, proporcionando herramientas esenciales para optimizar procesos de producción y garantizar la seguridad dentro de los espacios de trabajo.
La industria joyera mexicana enfrenta desafíos constantes en su búsqueda de calidad, eficiencia y competitividad, especialmente en un mercado global que exige cada vez más. Ante ello, el programa Sector Industrializado, una nueva iniciativa impulsada por la Cámara de Joyería Jalisco ha sido un catalizador clave para muchas empresas, proporcionando herramientas esenciales para optimizar procesos de producción y garantizar la seguridad en los espacios de trabajo.
Uno de los principales beneficios de este programa ha sido la implementación de metodologías industriales avanzadas que han permitido a las empresas transformar sus operaciones. En este sentido, la empresa Broqueles Ruiz comparte que la optimización de procesos ha sido una de las áreas más positivas, permitiendo mejorar la distribución de talleres y aplicar prácticas de seguridad más rigurosas.
“A raíz de la capacitación y visita, implementamos el método Kaizen para la mejora continua, Poka Yoke para evitar errores en la producción, el análisis de causa raíz (preguntar 5 veces “por qué”) para solucionar problemas desde su origen, también optimizamos la distribución del taller para mejorar el flujo de trabajo, cambiamos la iluminación en áreas críticas para cumplir con normativas y mejorar la calidad y precisión en los acabados de nuestras piezas”, comparte.
Sin embargo, este nuevo reto no ha sido sencillo. Para la firma Broqueles Ruiz uno de los grandes desafíos ha sido la optimización de tiempos de producción sin sacrificar la calidad, la reducción de mermas y el cambio cultural interno para adoptar nuevas metodologías de trabajo. A pesar de estas dificultades, la innovación se ha convertido en una de las herramientas más poderosas.
“Nos permitió recibir asesoría especializada y aplicar metodologías de mejora industrial en nuestro taller. La visita en campo fue clave para detectar detalles que parecían menores pero que afectan la calidad y productividad. También nos conectó con otras empresas del sector, facilitando el intercambio de experiencias y buenas prácticas”.
La competitividad es fundamental. La competencia en la industria es fuerte, y la diferenciación a través de la calidad, la eficiencia y la innovación permite mantenerlos en el mercado y expandirse internacionalmente, asegura la firma.
En tanto, la empresa Fashion Joyas, también una de las primeras empresas en participar en este programa, destacó que no pensar en innovación es quedarse en el pasado, ya que una visión así, no permite adaptarse a cambios, a las preferencias de los consumidores y a los avances tecnoló- gicos para hacer la empresa más resiliente.
“Un valor fundamental para mantener- se relevante en el mercado una empresa que implica crear producto de alta calidad, precios atractivos e innovación constante que permita destacarse frente a sus competidores”, destacó.
Para Fashion Joyas, la comunicación afectiva en el personal es fundamental para mejorar la colaboración en la toma de decisiones, resolución de conflictos, y aumentar el desempeño general de la empresa.
Coincidió en que el sistema Poka Yoke, una metodología en la gestión de la calidad y control de errores humanos para prevenir pausas de producción, fue una nueva herramienta implementada a raíz de su participación en el programa, y que un mayor control de producción y mejora en la calidad el producto, para aumentar la satisfacción del cliente y la reputación de la empresa es lo que le sumó el programa Sector Industrializado.
“Al unirse al sector industrializado, las empresas pueden tener una mejora en adaptar procesos optimizados y tecnológicos avanzados, mejorará la calidad de tus productos, servicios y responder más eficiente a la demanda del mercado”.
En cuanto a la visión a futuro, las empresas están enfocadas en continuar optimizando sus procesos. A corto plazo, se busca fortalecer los sistemas de control de calidad y seguir mejorando la trazabilidad de los materiales para reducir tiempos de entrega y desperdicios. Sin embargo, más allá de la optimización interna, el programa también ha destacado áreas de oportunidad a nivel sectorial, como la necesidad de mayor visibilidad de los procesos artesanales e industrializados y la adopción de tecnologías avanzadas tanto en producción como en ventas.
Sector Industrializado representa una oportunidad invaluable para transformar la industria joyera mexicana, garantizando que las empresas no solo sean más eficientes, sino también más competitivas y resilientes ante los desafíos del mercado.