Conocida popularmente como la “Tiara de boda”, la tiara de hojas de vid perteneciente a la Casa Gran Ducado de Luxemburgo, es una enigmática joya, ni siquiera el ducado sabe a ciencia cierta cuándo o por quién fue confeccionada, o desde cuándo está en manos de la dinastía.
Con finas siluetas que asemejan a las flores de la vid, sus formas son suaves y perfectas, con diamantes engarzados en una aleación de oro amarillo y plata.
Recibió el sobrenombre de ‘Tiara de boda’ porque las cuatro hijas de la Gran Duquesa Carlota: las Princesas Alicia, María Gabriela, Isabela y María Adelaida, usaron la joya en sus respectivas nupcias, durante la década de 1950.
En tiempos recientes, la ‘Tiara de boda’ ha vuelto a adornar a las novias de la casa ducal. En octubre de 2012, en la cena de gala previa al matrimonio de Guillermo Gran Duque Heredero de Luxemburgo y la condesa Estefanía de Lannoy, la novia usó la Tiara de Boda, aunque el día de la ceremonia portó la Tiara Lannoy, propiedad de su familia.
La última aparición pública de la ‘Tiara de boda’ en un enlace religioso, ocurrió el año pasado, en la boda de Claire Lademacher y el Príncipe Félix de Luxemburgo. Al parecer la joya les trajo buena suerte, pues a principios de este año anunciaron que estaban esperando a su primer hijo.