Por: Thelma Gust Ramos
Redefinir el sentido de la moda en la mujer, desde una psicología liberadora, es la línea que traza la inspiración de la joven estudiante de diseño de modas en la Universidad de Guadalajara, Camila Urrea, quien comparte en entrevista para Joya Magazine el proceso creativo de un proyecto que impulsa el derecho a decidir de forma libre.
“Mi estilo radica mucho en lo que yo percibo como feminidad o como a mí me gusta percibir la feminidad. Me gusta redefinir lo que por muchos años la industria de la moda, que es liderada por hombres, nos ha dictado a las mujeres que es sexy u atractivo; entonces me gusta redefinirlo y verlo desde mi propia perspectiva femenina, de lo que me hace sentir bien a mí”.
Camila toma como referente a la moda fetiche de los años 40 para rescatar su esencia, volviendo a su origen y sentido para lo que fue creado. La estudiante del quinto semestre de la licenciatura en Diseño de Modas en Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), recurre a materiales y texturas que muestran el estilismo erótico de esa época.
“Me gusta jugar mucho con estos materiales que normalmente se usan en comunidades o aspectos de moda de fetiche, que se usaban mucho en las revistas de fetiche de los 40. Iniciaban siendo como una oda, una carta de amor hacia la liberación sexual de la mujer, pero se terminaron sacando de eso, porque muchos hombres quieren tomar control de cualquier cosa que le dé poder a la mujer, y se convirtió en algo pornográfico, en vez de algo erótico o liberador”.
Corset, ojillos, barillas, latex, charol, mesh y telas con mucho brillo se hacen presente en sus colecciones. Su afinidad por la estética de la moda de fetiche la han llevado a crear piezas que han destacado, dos de ellas Merlot (un imponente abrigo rojo de charol) y XOXO (un vestido de negro corto con mesh y organza) presentadas en la más reciente presentada en la edición de Expo Dimo Fashion Runway, en noviembre pasado, en el CUAAD.
“Siempre me he considerado una mujer feminista, siempre he buscado en no desensibilizarme a este tipo de temas, y para mí siempre ha sido importante que mi arte, mi trabajo vaya en conjunto con mis ideas y las personas que quiera apoyar mi arte, va a apoyar en lo que yo creo, la liberación sexual de la mujer, el vestirse como uno quiere, que se puede jugar con la ropa para el estilo individual y no para atraer a una persona”.
Para la joven estudiante, sus looks creados hasta ahora son un grito de conciencia con la voz de la moda, para seguir retumbando un movimiento plural y crítico; de ideas, denuncia y reivindicación: el feminismo.
“Estamos en un momento histórico mucho mejor que antes, pero la violencia sigue existiendo, la sexualización sigue existiendo, la capitalización del cuerpo humano sigue existiendo, entonces creo que vamos hacia allá. Ahorita es el mejor momento porque es donde más derechos hemos tenido, más voz”.
¿Sus planes a futuro? Viajar al extranjero para experimentar otros horizontes que la lleven a descubrir otras culturas inmersas en la moda, además de consolidar su marca como un estilo adoptado por quien quiere sentirse libre.
