En el universo de la joyería, existe una palabra poderosa: Zafiro. De acuerdo a la Real Academia Española, se trata de un corindón (piedra preciosa, la más dura después del diamante) cristalizado de color azul.
Sí, esa definición es correcta, sin em- bargo, un zafiro es mucho más que una belleza cristalizada. Esta clase de piedra preciosa también es el recuerdo de un amor lejano, la promesa de un amante, la memoria de una princesa de época y has- ta el tesoro del aventurero más arriesgado de todos.
En otras palabras, un zafiro es una historia. Y es que cuando se le une con el metal, ya sea oro o plata, el zafiro se convierte en una joya que ha sorprendido durante el pasado, lo hace en el presente y seguramente lo hará en el futuro. En su honor, hemos reunido algunas curiosidades que le convierten en un brillo eterno. Descubre cada una de ellas.
LEYENDAS
Se dice que para los antiguos persas, el zafiro daba forma a una estructura sobre la que reposaba el planeta Tierra y por ello, el cielo se pintaba de azul como resultado de su reflejo. Por otro lado, hay quienes sostienen que las tablas de Moisés en las que se es- cribieron los 10 mandamientos también fueron hechas de este bellísimo cristal.
En la antigüedad, un zafiro era un gran aliado para los de corazón aventure- ro. Se cree que la piedra era considerada un talismán de protección y hasta una guía para navegar sobre las aguas.
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