EN JOYA
Creatividad: la clave del éxito. Alejandra Aceves
Durante los últimos años, los jaliscienses se han destacado en diversas áreas por su audacia y carácter.
Alejandra Aceves, es una de estas tapatías; sus cualidades la han llevado a tomar un importante lugar en el mundo de la joyería, por ser una mujer creativa y entregada a su trabajo.
Su compromiso con la joyería inicia hace escasos años, aunque es en su infancia cuando descubre un gusto especial por todo lo relacionado con el arte y la creatividad.
Cuéntanos, ¿cómo fue que comenzó tu carrera en el diseño?
Desde los dos años me gustaba dibujar y pintar. A los siete aprendí a coser, ya que patinaba sobre hielo y me hacía los trajes de patinaje; todas mis amigas me pedían que les hiciera uno. Después empecé a hacer trajes de baño y ropa interior.
Un día, fui a una mercería y vi unos objetos que me llamaron la atención, pregunté para qué los usaban y me dijeron que la gente hacia collares con eso. Tiempo después fui a una tienda especializada a tomar un curso para hacerme collares, porque todos me quedaban grandes. Comencé a hacer mis propios diseños y como trabajaba en oficina, mis compañeras me preguntaban si podía hacer también para ellas, y me encantó. Lo hacía en las noches y los fines de semana y pensé ‘Sí, me gusta y me quiero dedicar a esto’.
En un inicio no tenía dinero. Planeé a un año y ahorré la mitad de mi sueldo y con eso me decidí a empezar; eso fue un primero de marzo de 2007.
Comencé a tomar cursos, porque no sabía nada; y a los 4 meses gané un concurso, quedé en las semifinales y me dije: ‘pero yo realmente no sé’, había quedado porque hice un diseño audaz. Para tener éxito hay que ser arriesgados.
Lo que hice fue irme a San Miguel de Allende y me metí a mientras estuve allá: cursos de telar plano, de macramé; porque allá utilizan diferentes técnicas, considero que eso me ayudo mucho a hacer cosas diferentes, porque aquí todos hacen lo mismo. También, corrí con suerte porque pude aprender otras técnicas en España, Perú e Italia, donde tomé un curso de plata.
¿Dónde se originan esta creatividad y versatilidad que caracterizan a tu trabajo?
Me encanta viajar, he visitado 40 o 41 países, y me gusta porque aprendes mucho de la gente, de lo que observas, de las combinaciones, de la comida. Pero también me gusta investigar, leer, estudiar y aprender de la naturaleza, que es algo que me inspira mucho; al ver un paisaje hermoso, yo digo: ‘si se ve hermoso en la naturaleza, se va a ver muy padre en un collar’. Todo se trata de abrir tu mente a cosas totalmente diferentes. Por ejemplo, con esta colección que acabo de hacer, tienes que pensar, de las imágenes que estudias se van creando gráficos en tu mente y después se materializan; porque una cosa es poder imaginar y otra es resolver físicamente con los materiales que se tienen a la mano.
¿Crees que el diseño es una estrategia necesaria para que una pieza de joyería tenga éxito?
Si, cuando una pieza tiene un buen diseño, se percibe, te cuenta una historia, tiene un concepto. Aunque el arte es muy subjetivo, porque hay piezas que no tienen diseño pero que también se venden, pero se venden por causas diferentes: por el precio o porque te gusta. Siento que cuando se implementa el diseño de manera regular, empiezas a llegar a un nivel donde la gente compra tu pieza porque tiene cultura, porque percibe que hay algo más que esa pieza transmite.
¿Cómo se puede definir una línea entre lo atrevido y lo elegante?
Qué risa, en octubre del año pasado di una conferencia en Expo Design Fest titulada así, Diseño de accesorios: entre lo atrevido y lo elegante. Hablé una hora ante mil estudiantes, pero ¿cómo lo explicas? Es tan difícil. Son los pequeños detalles; cuando yo estoy haciendo una pieza, me pruebo tres, cinco, diez, quince veces, hasta que queden donde yo siento que está ese límite entre lo que se ve bien y lo exagerado.
Además de las colecciones convencionales, ¿también vendes tus piezas de pasarela?
Sí, casi siempre. Es muy curioso, porque encontré un nicho que gustaba de usar accesorios grandes que no existía y que no estaba aprovechando. La gente que estaba sentada observando las diversas pasarelas, burlaba al guardia y se metía para ver mis accesorios; yo les decía ‘es que esto es de pasarela’ y me decían, ‘no me importa, quiero ese collar, quiero esos aretes, ese anillo’. Es por eso que no hago piezas chiquitas, esas las puedes encontrar en cualquier lugar, pero, si quieres una pieza espectacular, vienes conmigo.
¿Cuál es la técnica con la que más te gusta trabajar?
Lo que yo manejo se llama joyería armada. Me gusta mezclar tanto materiales como técnicas en una misma pieza. Me gusta mucho el textil, la seda, el alambre, los cristales Swarovski y comprar materiales antiguos, para crear piezas únicas que nadie más va a tener. Me encantan los colores fuertes: el magenta, el azul turquesa, el amarillo, el rojo.
¿Qué definición le das a tus piezas? ¿Cuál es tu valor agregado?
Trato de hacer arte, que mis piezas tengan un mensaje. Cuando traes una pieza mía, tu actitud es diferente porque sabes que es única, hecha a mano, nadie más va a tener una igual, que tiene un concepto y está enviando un mensaje específico. Eso es lo que yo le ofrecí a Jimena Navarrete y por eso me eligió de entre tantos diseñadores reconocidos. Es esforzarse, es dar más. Todas mis piezas están firmadas y llevan un certificado de autenticidad.
¿Cuál es la pieza que más disfrutas hacer?
Los collares me encantan, y los anillos, que tengo apenas un año haciéndolos. He tenido buena aceptación con mis anillos porque son diferentes y es por eso que hago muchos. A veces la gente no se atreve a usar un gran collar o unos aretes muy exóticos, pero el anillo sí se lo ponen.
En tu carrera has recibido diversos reconocimientos, pero hace poco fuiste acreedora del Galardón Joya que, además de distinguirte como una gran artista, te da una gran responsabilidad, ¿qué nos puedes decir de esta experiencia?
Para mí es invaluable y maravilloso haber recibido el Galardón que me otorgó la Cámara de Joyería, porque es distinto esforzarse para ganar un concurso, que recibir la sorpresa de que, debido al trabajo y trayectoria, un gremio tan importante reconozca mi labor a través de este premio por primera vez instaurado.
Me siento muy agradecida con la distinción y me motiva a seguir dando lo mejor de mí. Además, siento un gran compromiso para incentivar a los que apenas incursionan en este apasionante trabajo. Quisiera que sepan que se pueden lograr los sueños, si se esfuerzan lo suficiente.
Como un ejemplo a seguir en el mundo de la joyería, ¿cómo es tu relación con los jóvenes y qué es lo que puedes compartir con los nuevos talentos?
He tenido la oportunidad de conocer a chicos maravillosos y aunque, como dicen, nadie aprende por la experiencia ajena, si me preguntan yo les hablo sobre mi experiencia, cómo me ha ido, cómo le he hecho; he tenido muy buena respuesta. Por ejemplo, si comento algo en Facebook, me mandan mensajes privados diciendo que les ayudó mucho lo que habían leído. Entre las experiencias más fuertes que he tenido, está la que te comenté del Expo Design Fest, donde había mil estudiantes de todo el país y les pude compartir mis experiencias y los ejemplos de personas que se han arriesgado a hacer cosas inusuales y que ahora viven de eso. Tuve una excelente respuesta, no me dejaban ir. Estando con los jóvenes me siento como si fuera uno de ellos, pero con más experiencia; con la misma energía, la misma audacia, no me da miedo proponer.
Ahora, como miembro del Comité de la nueva Presidencia de Cámara de Joyería, ¿cuáles son tus objetivos?
Me designaron unas comisiones que me encantan: promoción del uso de la joyería, editorial, diseño y moda; esto es lo que hago actualmente. Además tengo unos planes que quiero llevar a cabo junto con operadores y Secretaría de Turismo para promover tours en los que se hable por ejemplo de la plata, del oro, o de lo que hacemos aquí; e incrementar las ventas del sector joyero.
Háblanos un poco sobre esta nueva colección de los siete pecados capitales.
Es una colección que ha sido muy arriesgada; se inició por unas conocidas que tienen una empresa que se llama ‘Capital Pecado’, ellas hacen fiestas privadas con temática inspirada en los pecados y me pidieron hacer una colección que va dirigido a un público muy especial y seleccionado, como coleccionistas de arte. Me encantó el tema, porque cuando conoces algo nuevo te entusiasma, y pensé que podría hacer una colección mía inspirada en los siete pecados; me puse a estudiar y a pensar en algo diferente, ya que a mis clientes les vendo exclusividad. Comencé por buscar los materiales que iba a utilizar, a checar costos, etc. Así fue como surgió. Utilicé varios materiales, como sedas, plastilina epóxica y muchos cristales; como en el caso de la serpiente de la envidia que tiene 300 cristales. Me gusta que mis piezas brillen mucho para la pasarela.
Qué es lo primero que se te viene a la mente si te digo…
Envidia. Algo habitual en el mundo de la moda. Gula. Comida y bebida. Avaricia. Lo quiere todo. Ira. Perder el control. Lujuria. Sexo. Pereza. Desgano. Soberbia: Sentirse superior.
¿Qué más podemos esperar de Alejandra para este 2011?
Tengo que preparar mi colección Primavera-Verano 2012, tengo proyectos adelantados, que me están gustando mucho y hay otro que, ese sí, no lo puedo comentar, pero trabajo mucho. Estoy haciendo bocetos y trabajos en conjunto.
¿Tienes algún mensaje que quisieras compartir con los lectores de Joya Magazine?
Sí: El nuevo lujo no es ostentar, sino traer una pieza única y exclusiva de diseño, con concepto y que transmita un mensaje.
Balazos
“Para tener éxito hay que ser arriesgados.”
“Todo se trata de abrir tu mente a cosas totalmente diferentes.”
“Trato de hacer arte… Cuando traes una pieza mía, tu actitud es diferente porque sabes que es única.”
“Quisiera que sepan que se pueden lograr los sueños, si se esfuerzan lo suficiente.”
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