«Estamos viendo una transformación en la percepción del lujo», señalan expertos del sector. «Hoy los consumidores buscan piezas con diseño, pero también con valores detrás de su producción». Esta tendencia se ha reflejado en las pasarelas internacionales, donde reconocidas casas de moda y diseñadores emergentes han incluido neoperlas en collares, pendientes y accesorios con una mirada más innovadora y experimental.
Además del valor ético, la accesibilidad económica es otro factor que ha impulsado su demanda. A diferencia de las perlas naturales, cuyo precio puede elevarse considerablemente, las neoperlas democratizan el acceso a este tipo de joyería, permitiendo que más personas puedan adquirir piezas con un estilo elegante y contemporáneo.
De acuerdo con medios internacionales, el crecimiento de esta tendencia también se enmarca en un contexto más amplio de cambios en el consumo de lujo. Las nuevas generaciones priorizan el diseño, la historia detrás de los productos y su impacto ambiental y social, por encima del valor de rareza o exclusividad tradicionalmente asociados a la alta joyería.
Esta tendencia de reinventar las perlas clásicas en diseños contemporáneos que incorporan siluetas asimétricas, combinaciones audaces con metales como oro y plata, y el uso de colores pastel, hoy es una tendencia que está ganando protagonismo en la industria joyera.
