Un reloj es una compra práctica que también puede significar
una inversión tan eterna como el tiempo
Ha llegado el momento de elegir uno, sólo uno, entre los miles de modelos de relojes mexistentes en el mercado. ¿Qué hacer entonces para realizar la compra más adecuada a nuestro gusto y presupuesto? Presentamos aquí, cinco sugerencias a considerar en forma previa, al momento de elegir el reloj que marcará las horas más importantes de nuestras vidas.
1. El tamaño de un reloj debe ser el adecuado. Lo anterior significa que éste no aparezca diminutamente perdido sobre una muñeca o que, por el contrario, sea tan enorme que luzca desbordado en ella, al grado de parecer extravagante. Los expertos consideran favorables aquellos relojes de carátula redonda que no sobrepasen los 4.5 centímetros de diámetro.
2. Independientemente del valor económico que un reloj representa, el aspecto afectivo es muy importante, ya que es un objeto de uso muy personal, por lo que debe existir la empatía suficiente entre ese accesorio y su dueño; en otras palabras, nos debe gustar, nos debe significar, ya que más allá del aspecto utilitario, también representa un reflejo de la personalidad y los gustos de quien lo porta.
3. Algunas de las llamadas funciones añadidas en un reloj, pueden resultar de suma utilidad para algunas personas, pero no para todas. Por tal motivo, resulta conveniente meditar si es conveniente la adquisición de un modelo de reloj que incorpora en su mecanismo elementos como husos horarios complementarios, cronógrafos, calendarizaciones anuales, etcétera. Recordando para ello que a mayor complejidad, se incrementa el nivel de cuidados que un reloj requiere.
4. En cuestión de estilos, lo clásico siempre será vigente. Lo anterior, no intenta en ningún momento limitar la posible compra de un modelo de reloj peculiarmente original o novedoso; pero para el uso diario, nada más adecuado que adquirir algo sencillo y atemporal, combinable con cualquier tipo de vestuario y adecuado para cada ocasión.
5. La marca también importa, pero no únicamente en el sentido económico sino, sobre todo, en cuestión de calidad y prestigio. La permanencia en el mercado de una marca implica, para cualquier comprador, la garantía implícita de una mayor confiabilidad en un buen funcionamiento de cualquier reloj. Si aunado a eso lo que se busca es lograr una verdadera inversión, existen marcas que de antemano la establecen, como Patek Philippe y Rolex en el caso de los relojes para caballero, y Cartier en los relojes para dama.