Por Valeria Padilla.
La categoría de joyería toma dos direcciones distintas y divergentes para esta temporada. La primera va de un resurgimiento de artículos clásicos y formales, mientras que la segunda apela a la tendencia de la autoexpresión intrépida.
Cuanto más audaz, mejor: Un sentimiento que suena a joyas de este ciclo ya que la demanda de pendientes de declaración evoluciona para impactar otras categorías de joyería, buscando el entusiasmo del consumidor por la individualidad.
El poder de la inteligencia: elementos clásicos y tradicionalmente formales, como el brazalete de tenis (pulseras de diamante en línea) e incluso conjuntos de joyas a juego, son los preferidos.
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