Naturaleza, Equilibrio, Contraste

Naturaleza, Equilibrio, Contraste

LAS JOYAS EN PLATA Y MADERA DE ROBERTO 925

La plata es uno de los metales más bellos y preciados del mundo. En nuestro país, la joyería en plata tiene una larga tradición que continúa hasta la actualidad. Guadalajara es la capital joyera de México, 600 kilómetros al sur, en el estado de Guerrero, encontramos a Taxco, conocida por algunos como la ciudad de la plata; es aquí donde se gesta Roberto 925 con una propuesta de diseño única y de vanguardia.

Marcial Roberto Gómez Delgado nació en Taxco en 1957. Comenzó su trayectoria como diseñador alrededor de 1990 en una empresa familiar dedicada a la platería. Ahí se encargaba del interiorismo y del diseño de las líneas de joyería en plata. Arquitecto de profesión, sus conocimientos en términos de proporciones, colores y estética le permiten observar y crear de manera distinta.

“Mis diseños son originales, hago lo que a mí me nace. Trabajo a partir de dibujos y rayones que después toman forma en los talleres. Las muestras se van afinando, ajustamos detalles y proporciones hasta lograr una armonía”.

En el año 2000, Roberto decide independizarse y dar un nuevo giro a su trabajo, creando Roberto 925, una marca registrada completamente mexicana, que se dedica al diseño y fabricación de joyería en plata.

Lo que distingue a Roberto de otros diseñadores es su capacidad para combinar la plata con otros materiales manteniendo un diseño armónico; juega con maderas, gamuza, plásticos, piedras y cristales.

La madera de palo de rosa es uno de sus materiales favoritos; es dura y muy fina, crece en la Sierra de Guerrero. Su alto valor radica en su brillo natural, su resistencia, su bella coloración y su textura lisa y arenosa al tacto. Tiene un aroma dulce y floral, su pigmentación es clara por naturaleza, pero al ser expuesta al sol se oscurece.

Se cree que la madera de palo de rosa ejerce un efecto sobre quien lo porta y su ambiente; emite una energía femenina y ayuda a balancear y sanar el espíritu.

El proceso para fusionar plata con madera es complicado: se hacen chapas de cobre basadas en el diseño, se lamina la madera hasta obtener el espesor necesario, se corta a la forma del diseño y la plata se incrusta en el orificio; después se lija, se pule y abrillanta. Todo se hace de manera artesanal.

Roberto aclara que él no es joyero, sino diseñador de joyas. No trabaja la plata directamente pero sí dirige al artesano al momento de manejar el metal, lo ayuda a interpretar el boceto y a afinar los detalles de cada pieza. “Es muy placentero, es increíble. La plata es un material muy fino, muy blando; con ella se pueden crear piezas muy bellas”.

La producción de estas joyas implica un proceso previo y elemental: el diseño. Roberto describe su método de trabajo:

“Todo parte de la observación; al ver un objeto lo hago de maneras distintas, observo su silueta, lo que surge detrás del objeto. Así alimento mi manantial de ideas, que se van acumulando hasta llegar a la creación. Busco motivos naturales, salvajes”.

Sus piezas evocan vanguardismo, ecología, contacto con la tierra. Las colecciones de Roberto 925 presentan constantemente elementos como flores, hojas y mariposas.

Es la naturaleza quien permite que materiales tan distintos parezcan estar destinados a estar juntos. Lo orgánico se une a lo mineral, su punto de encuentro yace en el origen, en la tierra.

“Finalmente, vienen de la tierra. Uno del subsuelo y otro de los arboles; uno es blando y otro es duro, pero los dos son materiales naturales. Esta fusión logra un contraste muy particular, que une en lugar de romper”.

Roberto está orgulloso de su trabajo y de su marca. “Es una gran experiencia, disfruto mucho diseñando y tengo la oportunidad de trabajar con materiales finos, expresar mis sentimientos e ideas y además vivir de ellas. Tenemos clientes nacionales e internacionales y el 70% de nuestro producto se exporta, es muy satisfactorio. La gente reconoce que es un diseño original”.

Esta originalidad del diseño es producto de la inspiración y observación constante. Roberto Gómez carga papel y lápiz siempre, ante la posibilidad de que una idea llegué de manera inesperada, en un café, en un restaurante, en la casa o el jardín.

El bosquejo que comienza en una servilleta se puede convertir en una joya que, más adelante, da paso a una colección completa que se comercializa en el mercado. “La creatividad se da por momentos; el estado de ánimo también me impulsa. Sí me siento bien, diseñar es más sencillo, las ideas fluyen con más claridad”.

Roberto 925 es una empresa comprometida a satisfacer a sus compradores a través del diseño y la alta calidad de sus productos. “El producto es reflejo de nuestro talento y esfuerzo, digo nuestro porque tengo un equipo. Lo hacemos para lograr tener presencia con nuestros productos en todo el mundo, esto es lo que nos da credibilidad y confianza”.