Majoral

por adminjoyam

Majoral Esencia Mediterránea

Enric Majoral incursionó joyería en 1974; su moderna y atrevida obra nace de sus vivencias, la naturaleza y la memoria. Su hijo, Roc Majoral, ha seguido el mismo camino. Él, nos cuenta sobre el trabajo y los rasgos que distinguen a esta casa joyera y hacen de sus creaciones piezas únicas, con un pasado y esencia inherentes.

Majoral se caracteriza por ciertas formas y texturas que hacen alusión al ambiente mediterráneo, ¿cuál es el origen de esta fascinación?

El primero en quedar hechizado -allá en los años 70- por el entorno mediterráneo de la isla de Formentera fue mi padre. En esa época empezó en la joyería y de forma casi involuntaria plasmó en las piezas toda esa naturaleza, clima y carácter del que se había embriagado. Ese espíritu mediterráneo -desde siempre presente en casa, y del que fui luego contagiado en las enseñanzas recibidas cuando entré de aprendiz en su taller- es algo ineludible si has nacido en una pequeña isla de unos 80 kilómetros cuadrados donde la mediterraneidad está concentrada. Eso sí, tienes que saber observar y aprender a apreciar el entorno, no solamente por estar ahí vas a poder sacar algo bueno de él. Cada una de nuestras joyas tiene un trabajo y un recorrido detrás.

¿Con qué materiales te gusta trabajar?

Personalmente los materiales con los que más disfruto a la hora de trabajar son los materiales nobles, los de siempre y en especial el oro. Podría decir que el oro, aparte de ser un metal cálido, maleable, de agradable tacto y suave manipulación, lleva consigo una enorme herencia cultural y simbólica, innegables valores añadidos durante milenios por casi todas las culturas en los cinco continentes. Creo que en América -y en especial aquí en México, con toda la cultura joyera que habéis heredado- comprenderéis a lo que me refiero.

Por otra parte también nos gusta probar e innovar. En nuestras creaciones hemos trabajado con madera, lana, textiles varios, plástico, nylon, pinturas de todos los tipos, materiales orgánicos e incluso con líquenes vivos. No solo es importante la variedad de materiales, sino también atreverse a combinarlos, por ejemplo, creando una colección de oro y plástico.

Háblanos un poco sobre las técnicas que utilizan, ¿cómo trabajan los metales?

En Majoral siempre nos ha gustado dejar el metal al desnudo; con eso me refiero a tratar de no esconderlo, no darle acabados que camuflen sus virtudes, respetar sus propiedades naturales y dejar que envejezca de forma natural; como un ser vivo. En contraste, también estamos llevando un paso más allá la utilización del color en la joyería, con pinturas que tapan el metal. Nos interesa también poner el metal a prueba y buscar grosores mínimos, como de papel; incluso explorar en las características técnicas del material y crear tensiones que den forma y razón de ser a la pieza. Últimamente estamos jugando mucho con los módulos: explorando las posibilidades de crear patrones y encadenados con un solo elemento repetido.

Las piezas de Majoral no son sólo joyas, sino obras de arte, ¿es difícil la comercialización, asignar un precio a su trabajo?

Siempre hemos pensado que se puede socializar el arte; no hay que pensar que una obra de arte, una pieza única trabajada a mano, no pueda ser accesible y comercializarse. Cada pieza y colección está creada con el fin de satisfacer nuestros anhelos artísticos, pero además queremos que llegue a todo el mundo, que guste y se pueda llevar. Nada mejor que hacer lo que te apetece y encima poderlo vender.

Cuéntanos del proceso creativo, ¿qué hay detrás de sus diseños?

Creo que nuestros diseños se basan en la transformación de lo que nos gusta y atrae de la naturaleza mediterránea: de manera natural e intuitiva observamos, asimilamos y tratamos de representarla; nunca copiarla ni imitarla, sino colaborar con ella y darle nuestra versión, nuestro punto de vista.

Generalmente, el primer contacto con la idea es a pie de calle: allá donde aparece, garabateada al momento en una siempre presente libreta, para luego llevarla al banco de trabajo y empezar a darle forma y cuerpo.

¿Cómo definirías la obra de Majoral?

Es difícil definir las propias piezas ya que me cuesta ver en perspectiva aquello que considero parte de mí, pero supongo que son sencillas, orgánicas, equilibradas; incluso diría inteligentes y a veces algo rebeldes. Lo que más me interesa es que sean estéticas y que hagan sentir guapa a la gente que las lleva.

¿Qué rasgos distinguen a sus piezas de las de otras casas joyeras?

Como ya he comentado, quizás lo principal es la representación de aquello que nos atrae; con nuestras joyas puedes llevar un pedacito del Mediterráneo encima: ya sean algas posidonias como pendientes o pieles de naranjas sobre el pecho. Creo que la representación de la naturaleza es una de las simbologías más antiguas que se conocen y que es algo totalmente inherente al ser humano.

¿Tienes alguna colección favorita?

Mi colección favorita es siempre la última que hemos sacado. En este caso son tres: Eivissa, basada en una antigua técnica artesana de la isla de Ibiza; Papallones, tiras de mariposas entrelazadas; y Fruits, que representa pieles de fruta y que creo que aúna los valores de Majoral, tales como la simbología mediterránea, el tratamiento artesanal de cada pieza creada totalmente a mano, la evolución de un técnica creada por Enric -mi padre- hace muchos años, la innovación en la aplicación del color y la irreverencia de pintar por completo el metal sin dejar apenas la plata visible.

¿Dónde está el futuro de Majoral, cuáles son sus expectativas?

Majoral espera seguir creciendo de manera natural como lo ha hecho durante los últimos treinta años; un crecimiento orgánico, a la par con una maduración como empresa, que nos da la seguridad de estar siempre donde merecemos y debemos estar. No queremos ser fruto de un día, ni una gran marca omnipresente y falta de alma. Queremos conquistar mercado pero sin perder nuestros valores por el camino, y siempre, sobre todo, estar orgullosos de nuestro trabajo. Ahora mismo estamos trabajando para tener puntos de venta en México y creo que en breve será una realidad. Para nosotros es un honor y un placer poder ofrecer nuestros productos a un mercado con tanta tradición en el mundo de la joyería y estamos muy ilusionados con el proyecto.

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