No es un tema nuevo. El mundo de la tecnología continúa avanzado a pasos agigantados y la tendencia por descargar aplicaciones en dispositivos móviles, por ejemplo, un celular o una tableta, se coloca como una de las actividades más frecuentes entre los usuarios.
Lo que si resulta una novedad es el interés creciente por prácticamente todas las industrias en este tema, que en años recientes se encontraban –por una u otra razón- renuentes a la evolución digital. Y es que para llegar a nuevos compradores, resulta imprescindible proponer una aplicación (App), en otras palabras, se convierte en una extensión de las estrategias de marketing.
Dicho lo anterior, una aplicación puede tener diferentes objetivos. Algunas de ellas son diseñadas para expandir el negocio al facilitar el comercio electrónico, otras se limitan a informar e incluso las hay con intenciones lúdicas, donde divertirse o vivir una experiencia es el punto más importante.
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