La combinación experimental del metal con las piedras preciosas es el ADN de esta tendencia
No es una tendencia nueva, pero sí persistente en los últimos años. La pasión por las piedras naturales jamás desaparecerá y el otoño/invierno 2020 lo reafirma.
El año pasado, cuando se anunciaban las predicciones de diseño para la recta final de este 2020 tan particular, imponentes firmas lo dejaron claro: Las piedras naturales y su exquisita combinación con toda clase de metales, será una constante desde un punto de vista experimental.
Anteprima, Celine, Chloe, Valentino, Atlein, Christophe Guillarme, Kenneth Ize, Ports 1961, Giada, entre otras, deslumbraron con esta propuesta desde las capitales más representativas del sector moda en el mundo, Paris, Milán, Londres y por supuesto Nueva York.
Todo ello en pasarelas donde los accesorios fueron parte de los objetivos de la prensa especializada.
Entre los accesorios más representativos de dicha ola se encuentran los anillos con formas libres, prácticamente abstractas, que dejan al descubierto la silueta natural de las piedras. El metal sirve como soporte y puente para la parte del cuerpo que la porta, por ello, la dinámica se repite en maxi aretes.
Dijes largos con piedras protagonistas, en formas más discretas, también están presentes en esta historia; por su parte, los collares o gargantillas toman protagonismo, en esta ocasión, gracias a la combinación de materiales y diferentes niveles que proporcionan toda clase de alturas.
Los camafeos con figuras delicadas comparten espacio con piedras desenfadadas, logrando un look sin reglas pero lleno de propuesta.
El paréntesis
Uno de las sorpresas de esta tendencia, reside en las normas inexistentes. Por ello, destacan aretes desiguales, mientras una pieza puede ser redonda su “par” será alargado e incluso en otros colores, pero siempre manteniendo una esencia similar.