Flora María MARCA CONSOLIDADA DE MINERVA FASHION EDICIÓN 2015

por adminjoyam

Flora María Sánchez es una diseñadora de joyería cuya pasión por la vida, la riqueza natural y el esplendor natural se ven reflejados en sus 25 años de experiencia y su incansable trabajo por mostrar la cultura y tradiciones de México.

Ella se encuentra siempre en un proceso de viajes y aprendizaje constante, usando su talento para apoyar causas sociales y ecológicas. En Flora María tenemos un compromiso de inspiración y conexión con la tierra; contando historias que surgen del mundo natural para tomar forma de joyería fina.

Usamos ámbar mexicano y plata como materia prima, que se combina con coloridas piedras naturales de todo el mundo. Estos orgánicos diseños están fabricados a mano por un equipo de mujeres, verdaderas artesanas cuyo conocimiento y experiencia son tan grandes como su creatividad.

Nuestra joyería está disponible en seis de nuestras tiendas, y en una red de distribuidores a nivel mundial.

En palabras de la diseñadora

El año pasado fui invitada a formar parte de un grupo llamado Talentos por El Triunfo y a subir a conocer la reserva de la biosfera. Yo estaba en búsqueda de una causa para mi marca de joyería y la invitación me encantó, sin embargo no sabía hasta qué punto el subir a la montaña me afectaría personalmente. Aunque somos una marca que tiene como misión inspirar la conexión con la tierra, hay algunos momentos en que yo misma necesito encontrar esa conexión que me dé sentido y rumbo, tanto en el ámbito personal como en el profesional.

En un momento de mi vida en que era urgente el arraigo, me encontré a 2,500 m s.n.m. en medio de un bosque de niebla y rodeada de silencio. Caminar por los senderos de la reserva, en soledad, fue una experiencia mística. Cada paso crujía con la alfombra de las hojas secas a mis pies, cada respiro era como las ráfagas de viento en las copas de los árboles y mis ojos no alcanzaban a hacer el «zoom in» y el «zoom out» para adaptarlos a la inmensidad de las montañas y sus árboles majestuosos y al microcosmos de cada rinconcito en el suelo, ambos espectaculares e imposibles de abarcar.

Dentro del silencio mis oídos se afinaron y aprendí a discernir algunos cantos de aves, en particular el quetzal y el pavón, y en aquellos jardines encantados hechos por siglos de evolución, imagine una sinfonía. Como si una orquesta hubiera dejado sus instrumentos a los pies de aquellos helechos arborescentes, o de los aguacatillos cargados de bromelias, henos y orquídeas.

Me imaginé que los instrumentos cobraban vida fundiéndose con el entorno y acompañando los trinos de las aves, el sonido del viento, de las hojas que caen a cada ráfaga de viento, el sonido de las tormentas en la zona más húmeda del país, y como en toda buena sinfonía, los silencios, las pausas.

En ese viaje encontré las raíces que tenía extraviadas y confirme mi causa. Con esta colección seguimos apoyando la conservación de las especies, donando el 10% de las ventas.

Flora María

/ oramariamx www. oramaria.com.mx

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