Por: Thelma Gust Ramos
En 1983, Expo JOYA marcaba un precedente en la industria joyera mexicana. En entrevista para Joya Magazine, el empresario Jorge Valencia Urzúa, ex presidente de Cámara de Joyería Jalisco, nos comparte cómo fue el inicio de la exposición de joyería más importante de América Latina.
Las adversidades han sido una oportunidad de impulso para quienes han encontrado nuevas ideas. En la actualidad, la historia está llena de casos de éxito que apelan al proverbio: “Las grandes ideas surgen en los tiempos de crisis”. Con cuarenta años de liderazgo en la industria joyera, hoy, Expo JOYA es una de ellas.
En 1983, México vivía una de sus peores crisis económicas. Con una inflación del 80,8% de acuerdo con registros del Banco de México, a causa de los efectos de una crisis de divisas registrada un año atrás y una devaluación enriquecida por la deuda externa que tenía México, la desaceleración económica ponía a cuestas a los sectores productivos del país.
Para el Sr. Jorge Valencia Urzúa, empresario y enton- ces presidente de Cámara de Joyería Jalisco, los efectos de años anteriores desencadenaban los retos más importantes para una industria sostenida por el desarrollo de los metales.
“Uno de los primeros problemas que enfrenté junto con la industria fue que el 1 de septiembre de 1982, López Portillo nacionaliza la banca. Todos los bancos se volvieron del gobierno, la súper devaluación. El oro en ese tiempo lo vendían los bancos, pero de un derrepente se acabó, porque el Banco de México dice “el oro es divisa y lo que necesitamos son divisas; entonces si le surtimos oro a los joyeros pues son divisas que les estamos dando y estamos restringiendo todas las divisas’”, comparte el ex presidente, quien señaló que en comitiva un grupo de joyeros se reunió en ese entonces con el Banco de México para dialogar ante dicha situación.
Sumado a ello, la dinámica co- mercial de un sector que crecía en todo México, operaba estableciendo rutas comerciales y agentes viajeros para vender joyería en distintos estados del país: “Un viajero que duraba meses, por ejemplo, en ir, vender y cobrar el dinero era un ciclo de tres a cuatro meses cuando menos, porque iban y vendían. En aquel entonces, las largas distancias limitaban la comunicación y el pago de la mercancía; era algo muy complicado el hacer negocios”.
Lo que para muchos crisis es significado de peligro y riesgo, para otros es oportunidad y cambio; esa interpretación de significados la han experimentado grandes proyectos que fueron creados en épocas complejas, en las que la visión y el liderazgo hoy son la base de su éxito.
“De alguna manera teníamos que hacer las cosas. Reunir todo en un mismo lugar. En 1983 nos surgió la idea de hacer una expo. Un amigo había hecho una expo del mueble, y platicando con él le dije: pues nosotros también podemos hacer una. Invité a Hugo Peregrina para que él fuera el coordina- dor y empezamos a organizar Expo JOYA”.
Para el empresario Jorge Valencia haber sido pionero de la exposición de joyería más importante de América Latina, hoy, es una verdadera joya que, además de resolver los problemas que en ese momento aquejaban a un país y a toda una industria, fue la oportunidad de encontrar la clave que hoy sigue haciendo exitosa, después de 40 años, a Expo JOYA.
“Hace unos días platiqué con una persona de Turquía que me comentaba: “Es que aquí en Jalisco es diferente que en México, aquí la gente es unida, trabaja en equipo”; y entonces empecé a caer en la cuenta de que esto fue el resultado de algo que empe- zó hace 40 años, porque en aquel entonces recuerdo que convencer a los joyeros a que expusieran sus piezas delante de otras personas que también vendían joyería era bastante difícil; era un celo terrible, pero ¿qué fue lo que venció esto?, sin duda la unidad de un sector, el conocer la ventaja de las exposiciones que, por sí solas, van resolviendo el problema: compran al de al lado y te compran a ti, y el darse cuenta de que no es tan complicado que tú saques la mercancía y des otros precios”.
El Salón Las Flores, del Hotel Fiesta Americana Minerva, fue el lugar que vio nacer una exposición con 60 stands y 30 expositores de joyería. Los resultados exitosos de este primer ejercicio fueron suficientes para marcar un precedente en la industria joyera en México.
“Después sube Hugo Peregrina de presidente, y yo quedo como el segundo coordinador de Expo JOYA, y ahí nos tocó hacer equipo con él y nos empezó a ir bien. Entendimos la necesidad del mercado. Los clientes felices de venir a Guada- lajara, una ciudad bonita que los recibía con los brazos abiertos. Que era un gusto que el cliente viniera a conocer al fabricante. Se mejoraba muchísimo la relación, sabías con quién estabas hablando”.
El fortalecimiento de una exposición que siguió creciendo de la visión de sus coordinadores siguientes como el Lic. Javier López Romero y el Sr. José Palacios Jiménez, mantenía su brío a pesar del debacle económico que viviría el país en los siguientes años. Sin embargo, el impulso al desarrollo de una industria de reuniones trajo consigo la construcción de Expo Guadalajara, el recinto ferial más grande del país, y en el que Expo JOYA desde 1987 bajo la coordinación del Cp. Alfredo Azpeitia Guzmán formaría parte de su historia.
“Hoy veo la fuerza económica que tiene Expo JOYA. La bujía de Cámara de Joyería Jalisco es la exposición y eso me da muchísimo gusto. Cada vez más organizada y ahora en Expo Guadalajara, cada vez más grande y con más liderazgo”.
Expo JOYA se ha convertido en el negocio de vida de muchos mexicanos, quienes provenientes de distintas partes del país han encontrado la oportunidad de iniciar o fortalecer su negocio. Con ello, Guadalajara se ha convertido en el epicentro de la joyería gracias a la fuerza de una industria que se concentra en cada edición de la exposición de joyería más importante de América Latina.
En 1988, Expo JOYA escribía un nuevo capítulo en su historia, conquistaba la capital del país con el prestigio y liderazgo de una exposición que buscaba llegar a nuevos mercados.
“Hicimos la primera Expo JOYA en CDMX, también estaba Alfredo Azpeitia, y estaba como presidente Javier López Romero. Curiosamente hoy la sede sigue siendo la misma (WTC Ciudad de México), pero en ese entonces era un edificio (Hotel de México) casi en obra negra, porque eran las vacas flacas de las finanzas, muy diferente a lo que es ahorita. En aquel entonces se hizo la primera edi- ción en CDMX, por Cámara de Joyería Jalisco”.
Para el Sr. Jorge Valencia, el gran desarrollo que ha tenido el sector joyero ha sido el lograr un ambiente gremial, en el que la unión ha sido la fuerza para hacer brillar a toda una industria.
“La joyería eso necesita, un ambiente de camara- dería para que todo funcione; así es como se hace, en equipo las cosas, y aquí lo sabemos hacer. El hecho de convencer a un joyero que vendía todo lo que quería, que fabricaba esclava, pero que había otro que fabricaba lo mismo, fue cuando se dieron cuenta de que la función de la expo era reunir todo en un mismo lugar, con una oferta que sea muy atractiva, de tal manera que viniera alguien de otro lugar a verlos”.
Cuando hay visión, grandes cosas suceden…
La visión a futuro es donde todo comienza; es el inicio de una nueva idea. La otra parte del viaje, es la creatividad y la innovación para materializarla. Empresario joyero de segunda generación, el Sr. Jorge Valencia Urzúa a temprana edad conoció a una industria que hoy es parte de su legado. Pionero en la creación y desarrollo de Expo JOYA, fundador del Centro Joyero Guadalajara y colaborador en sociedad en el desarrollo de los Centros Joyeros República y Portal Joyero, ubicados en el corazón en la Zona Joyera más grande e importante del país, el empresario Jorge Valencia ha visto crecer y fortalecer a un sector familiar, noble y unido, que ahora le permite abrazar el éxito desde la entrega y trabajo de sus hijas, la tercera generación de un legado que hoy brilla con fuerza.