El precio del oro alcanzó un nuevo récord esta semana, superando los 3.850 dólares (3.279 euros) la onza por la tarde en Europa, con una subida superior al 1% ayer lunes. Los metales preciosos subieron en general, impulsados por la debilidad del dólar y la elevada incertidumbre en torno a la financiación del Gobierno federal estadounidense.
El oro cotiza por encima de los 3.850 dólares la onza, mientras crece la preocupación de los inversores por el cierre del Gobierno estadounidense. La incertidumbre es alta, lo que históricamente hace que los inversores acudan en masa a los llamados activos refugio, como el oro y la joyería.
En lo que va de año, el oro ha demostrado ser uno de los activos favoritos de los inversores en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas e incertidumbres comerciales. Desde enero, el metal precioso ha ganado más de un 45%, pasando de 2.669 dólares (2.273 euros) la onza.
El alza este metal, de acuerdo con ecomistas y medios de comunicación como Financial Times señalan que fue impulsada por múltiples factores convergentes:
- Temor a un cierre del gobierno estadounidense (shutdown). La posibilidad de que EE. UU. quede sin presupuesto desató nervios en los mercados, favoreciendo activos refugio como el oro.
- Expectativas de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal. Los inversionistas apuestan a que la Fed suavizará su política monetaria, lo que reduce el costo de oportunidad de mantener oro.
- Debilidad del dólar. El índice del dólar bajó, lo que hace el oro más atractivo para compradores en otras monedas.
- Compra de bancos centrales e inversionistas institucionales. Flujo significativo hacia fondos vinculados al oro y acumulaciones por parte de entidades oficiales fortalecieron la demanda.
- Incertidumbre geopolítica. Conflictos y tensiones, como los reportes sobre el avance ruso en Ucrania, agregaron presión al alza.
