Calidad, el valor diferenciador de la joyería mexicana

por adminjoyam

Por: Thelma Gust Ramos

Para el empresario José Antonio Aranda González, el crecimiento industrial de la joyería avanza a buen ritmo, la calidad y el terminado han sido los protagonistas de que la joyería que se fabrica en nuestro país destaque a nivel internacional.

Con una trayectoria de 37 años en la industria joyera, el empresario José Antonio Aranda González, gerente general de la firma Aranda Hermanos, se desarrolló al lado de su padre y sus hermanos, quienes encontraron un brillo especial en la fabricación de joyería de oro y plata que, poco a poco, los fue consolidando en el mercado nacional. Hoy, al frente de su empresa y al lado de sus hijos, la tercera generación quienes trazan el nuevo futuro de Aranda Hermanos, el empresario vislumbra un desarrollo positivo para la industria que lo ha visto crecer desde el núcleo familiar, pero ante todo con la firme visión de preponderar lo que distingue a la joyería hecha en México: la calidad y el terminado.

¿Cuál es el gran reto que tiene la industria joyera mexicana actualmente?

“Seguir creciendo todos con la calidad y que esté muy bien terminada la mercancía, innovando en modelos, sacando modelos nuevos; todo eso tenemos que seguir mejorando, y sobre todo que está entrando mucha mercancía importada que eso hace que tengamos que estar innovando para no quedarnos atrás por la competencia”.

“Nosotros tenemos 25 años con la fábrica y antes teníamos taller, estamos fabricando mercancía en serie, no fabricamos cosas artesanales, sino una fábrica industrial, y tenemos todo lo que es la maquinaria moderna, personal capacitado para que salga la mercancía bien. Nos hemos enfocado mucho en capacitar a todos nuestros empleados para que salga la mano de obra cada vez mejor”.

¿Cuál es el detonante que impulsa a una empresa de fabricación de joyería a tener una visión más industrial?

“Tener visión de crecimiento. A nosotros nos pasó que cuando entró la nueva generación y empezaron a sacar nuevos modelos, a darle más diseño y moda, dejamos de estar estancados y empezamos a revolucionar todo. También fuimos creciendo con el consumidor porque nuestros clientes lo fueron pidiendo. Había mucha más demanda, y por esa razón teníamos que crecer para poder satisfacer sus necesidades de consumo, y si ya no crecíamos nos íbamos a estancar”.

¿Cómo fue el proceso de evolución de su empresa?

“Sí tardamos entre dos y tres años en hacer cambios desde invertir en tecnología para hacer diseños nuevos, hasta ir conociendo a nuestro cliente, cuáles eran estas nuevas necesidades que demandaba el cliente mayorista, clientes grandes, reforzando nuestra expansión a otras entidades del país.

“El sacar modelos nuevos sin duda fue necesario, sobre todo por la demanda de mercancía a través de las plataformas digitales, y eso hizo que viéramos la tendencia que había en ese momento para poder competir a gran escala”.

Inversión en capital humano, ¿qué papel juega este rubro en su empresa?

“Nosotros tenemos un promedio de 20 a 26 personas más los externos, a quienes los capacitamos constantemente en montado en cera, vaciado, estamos capacitando para que se sigan especializando, pero sobre todo mantener buenas condiciones laborales para evitar la rotación frecuente del personal, porque es una realidad, muchas veces terminas capacitando al trabajador que una vez listo migra hacia otra empresa, y pues es inversión a capital humano que ya no se queda dentro de tu negocio”.

¿Está el sector joyero mexicano experimentando su mejor momento a nivel industrial?

“Sí, estamos más capacitados. Muchas empresas mexicanas, y sobre todo de Jalisco, contamos con los conocimientos y capacidades para competir en mercados internacionales por la producción, calidad y mano de obra. Hemos invertido en mucha tecnología para hacer destacar a la joyería que se fabrica en nuestro país”.

“En el caso de nosotros, tenemos muchos años en el que cada cierto tiempo, 12 ó 15 meses estamos cambiando una maquinaria, renovándola por una más nueva. Si bien la pandemia nos detuvo un año y medio en el que no se pudo invertir al ritmo que veníamos haciéndolo, hoy ese dinamismo ya se recuperó. Uno de los objetivos de Aranda Joyeros ha sido seguir innovando para poder mejorar la producción a un nivel industrial”.

¿Cuál es el valor que ha ido adquiriendo Jalisco como productor de joyería a nivel nacional?
“Jalisco se está posicionando por los diseños, eso nos está ayudando a distinguirnos sobre todo por la mano de obra que siento es mucho más calificada que en otros lugares, y además y muy importante porque nos distingue la calidad”.
“También el que hemos sabido trabajar juntos, y eso es bonito y bueno. Todos somos conocidos, colegas, y trabajamos en armonía e incluso nos apoyamos mucho. Cuando tenemos problemas de una máquina o algo, preguntas y hay una respuesta que te brinda una solución. Yo creo que nos distingue el trabajar todos juntos por el bien de una industria”.

¿Qué tan importante y potencial es el mercado de nuestra capital, la Ciudad de México?

“Tenemos tantos años yendo a Ciudad de México, que tenemos muchos clientes de lo que es alrededor, como Puebla. Hemos consolidado una fuerte relación con nuestros clientes y por ello es que nos mantenemos constantes, incluso lo que es Expo JOYA Enero y Junio, se compara con la de octubre para nosotros en cuestión de ventas”.

“Para nosotros se ha convertido en un mercado muy importante y por ello seguimos trabajando para cubrir todas las necesidades de nuestros clientes especializados que confían en nuestra empresa”.

En un año electoral, desde su punto de vista, ¿qué valor debe darle el nuevo gobierno al sector joyero mexicano?

“Nos tienen que ver como una industria como el calzado y el vestido, con esa trascendencia porque hay muchas familias mexicanas que dependen de nosotros. Generamos muchos empleos a nivel nacional y somos un pilar fuerte para la economía de nuestro país. Sin duda también tienen que apostar por el crecimiento de nuestro sector, a las empresas fabricantes de joyería mexicana, para seguir posicionando a nivel internacional nuestra industria y mantener el desarrollo laboral de nuestros colaboradores”.

Apasionado al fútbol y a las ventas, para el empresario José Antonio Aranda González, la joyería lo es todo, porque le ha permitido crecer como padre y empresario, aún y en los tiempos más complejos para la sociedad; enseñándole que la constancia, pero sobre todo la honestidad es lo más valioso que hay detrás de una pieza de joyería.

“Ir con un cliente y enseñarle mercancía y convencerlo de la calidad que tenemos, que tiene la joyería mexicana, eso es lo que más me apasiona”.

 

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