En el universo de los diamantes, entre más transparente, incoloro y brillante sea, su precio y valor en el mundo de la joyería será mayor. Sin embargo, existe otro raro grupo de diamantes cuyas tonalidades hacen aún más valiosa y codiciada a esta piedra.
De acuerdo con el Instituto Gemológico Español (IGE), los diamantes de colores intensos (amarillo, naranja, marrón, verde, azul, rosa, etc.) son extremadamente raros. Los diamantes más comunices presentan una gama de color que se mueve entre la transparencia y el amarillo.
Sin embargo, más allá de dicha escala influenciada por la estructura atómica del mineral, en este caso átomos de carbono, la presencia de otras sustancias, las alteraciones estructurales y la irradiación natural de minerales radiactivos pueden hacer variar la tonalidad.
Denominados como diamantes de colores de fantasía, tienen un grado de pureza medio e incluso bajo y sin embargo su cotización puede ser muy elevada. Se estima que en el mundo existe un diamante de color por cada diez mil incoloros.
Según el IGE, los diamantes de color fantasía se dividen en dos grupos: los amarillos y marrones, cuyos sus precios no rebasan a los de los incoloros de buena calidad; y los diamantes de colores rarísimos: anaranjados, verdes, rosas, malvas, azules, rojizos, cuyos precios superan los de los diamantes incoloros.
Diamantes azules: Logra esa tonalidad por la presencia del boro en el diamante, el cual absorbe toda la longitud de onda de la luz, excepto el azul.
Diamantes rojos: La alta presión a la que está expuesta la roca durante la formación de la estructura, comprime y crea una pieza de color rojo; sólo existen 20 piedras certificadas como tal en el mundo.
Diamantes verdes: Se forman por la exposición a la radiación natural del uranio que al absolverlo logran ese color.
Diamantes amarillos: Esta tonalidad es el resultado de la interacción con el nitrógeno; captan los rayos del sol, como hacen otras piedras preciosas.
Diamantes negros: Su color probablemente está influenciado por el grafito.
Saber identificarlos
Según el IGE, con los colores de fantasía en los diamantes existe el grave problema de los tratamientos que consiguen coloraciones parecidas o idénticas de forma artificial.
