Por Saúl Rubio
Las paredes de casa fueron su primer lienzo. Con el paso de los años, el niño que se adentró a talleres de dibujo terminó convirtiéndose en uno de los artistas plástico más reconocidos de nuestra ciudad. Es Adolfo Weber.
¿Qué sientes por la pintura?
“Con el tiempo me he dado cuenta que todas las experiencias y sensaciones que vivo las voy guardando en un contenedor secreto, y que todo lo que implica placer o aprendizaje se vuelca en el trabajo (…) eso es el resultado final, eso va formar mi lienzo”.
Tu estilo siempre ofrece una abstracta belleza…
“Siempre he partido de la nada y hacia la nada, en mi trabajo no hay alusiones a nada que ya exista, nunca he partido de la figura o la forma, cosa que mis maestros no entendían pues a mí se me enseñó que para “abstraer” había que partir de la figura sino no era bueno, ¡imagínate! Te puedo decir que mi trabajo es “no figurativo” y multidisciplinario, oh si, tuve que aprender y partir de la academia pero no hay como la libertad del terreno no andado, hoy por hoy no podría imaginarme deseando otra cosa más que partir de lo desconocido”.
¿Algún tema que explores con frecuencia?
“Sí, aunque no sé cómo llamarlo, siempre exploro los espacios vacíos, refiriéndome al interior, algo así como interior vs exterior (…) Emocionalmente me parece una batalla constante entre estos dos mundos y luego hay, los espacios de remanso, transitorios, fugaces en los que podemos encontrar paz”.
Las tonalidades cálidas, siempre son una constante…
“Tengo un enamoramiento con estos colores, los colores de la tierra. Siempre he sentido que son colores que acogen, que nutren y dan vida o la neutralizan”.
¿Qué técnicas son las que regularmente trabajas?
“El acrílico en pintura, pues soy muy desesperado y esta técnica me permite un secado rápido para ir a la siguiente mancha, eso en tela y en papel el monotipo o el suminagashi, creo que estoy casado con estas tres técnicas, son muy diferentes entre sí, pero las tres tienen el mismo génesis: el agua”.
¿Existe alguna parte favorita dentro de tu proceso creativo?
“¡Sí! Divido mi proceso en tres partes, pero la primera es la más lúdica, ahí sale el niño que juega a pintar con las manos, arrojar pintura con la escoba, usar la manguera o caminar sobre los lienzos, esa es mi favorita y ya que pasa esa viene otro tipo de placeres más formales donde entra esa academia que tanto lucho por dejar pero creo que ya es parte del proceso”.
Dentro del arte abstracto, ¿encuentras un reto particular?
“Dentro del abstracto y creo que dentro de cualquier estilo el reto es no repetirse ni quedarte en un lugar seguro. Una cosa es el estilo y otra el estancamiento, esos artistas que hacen lo mismo toda su vida creo que vieron su creatividad morir o se dejaron devorar por lo que significa vender cuando no es verdad, sólo se quedaron por comodidad”.
¿Tienes un espacio en concreto para pintar?
“Sí, en mi estudio de Libertad esta la extensión de mi cerebro: ahí habito entre muebles antiguos, colecciones de fotografía antigua, libros, juguetes y parafernalia de cine, mis tres perras y tres terrazas que están a explotar de plantas que me encuentro tiradas en la calle y que voy salvando, ahorita las veo y me puedo quedar horas entre ellas y con un buen café o buen vino”.
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Para saber…
Adolfo Weber es el artista invitado en Renacer: 32° Concurso Internacional de Diseño de Joyería. Su arte y visión, fueron los encargados de intervenir los galardones de los tres ganadores absolutos de esta contienda organizada por Cámara de Joyería Jalisco.
