A lo largo de la historia, ciertos diamantes han sido mucho más que joyas: se han convertido en símbolos de poder, lujo y misterio. Su rareza, belleza y los personajes que los poseyeron los han transformado en leyendas. Desde el enigmático Diamante Hope, cargado de leyendas y maldiciones, hasta el refinado Graff Pink, símbolo de la elegancia más sofisticada, cada una de estas joyas es más que una piedra preciosa llena de historia.
Uno de los más emblemáticos es el Diamante Hope, de 45,52 quilates. Extraído en la India y con siglos de historia, su tonalidad azul profundo se debe a la presencia de boro en su estructura, y su fama se debe tanto a su belleza como a la supuesta maldición que acompaña a sus poseedores, comparten gemólogos. Actualmente, forma parte de la colección del Museo Nacional de Historia Natural en Washington D.C.
Otro piedra preciosa es el Diamante Azul de Oppenheimer, de 14,62 quilates. Considerado uno de los diamantes azules más importantes jamás subastados, alcanzó un precio de 55 millones de dólares. Su origen en la República Democrática del Congo y su paso por manos como las de Barbara Hutton y las casas Cartier y Harry Winston, lo convierten en un emblema de la alta joyería del siglo XX.
El Diamante Azul Zoe, con 9,75 quilates, rompió récords en 2014 al alcanzar un precio superior a los 3 millones de dólares por quilate. El dueño de este diamante es Joseph Lau, quien lo compró como regalo para su hija de siete años de edad, Josephine Lau, en una subasta en Sotheby’s Ginebra. Su color vibrante y homogéneo lo distingue entre miles, y su rareza lo eleva al estatus de pieza única.
En tanto, el diamante Graff Pink con 24,78 quilates fue adquirida por el joyero Laurence Graff.Su pureza, tamaño y tonalidad suave lo convierten en un ejemplo de cómo la naturaleza y la artesanía pueden producir algo realmente excepcional.
Por último, el Wittelsbach-Graff, de 35,56 quilates, es un diamante azul con una historia ligada a la realeza bávara. Tras su compra por parte de Graff en 2008 por 55 millones de dólares, fue tallado para realzar aún más su simetría y color, de acuerdo con gemólogos esta decisión polémica aumentó su valor en el mercado.

