Su tamaño, brillo nacarado y forma de lágrima la hacen ser la mejor perla del mundo. Peregrina es una joya que a través del tiempo ha trascendido por su estilo único. Fue llamada así por hacer referencia a una perla poco vista y especial, pues su gran tamaño y forma lagrimal enaltecen su belleza.
La perla de más de 58 quilates, la mayor perla conocida hasta el momento, tiene una gran historia. Descubierta en las aguas de Panamá en el año 1515 y adquirida por Felipe II, detrás de su exquisito brillo nacarado está un legado digno de reinas, al convertirse en un objeto de deseo de la realeza española en aquel tiempo. Hubo muchas reinas que la lucieron, como Margarita de Austria-Estiria, Isabel de Borbón y María Luisa de Parma, formando parte de la corona española hasta 1808.
Poco después, al igual que el resto de las joyas de los Borbones, José Bonaparte portaba ahora la perla, misma que envió como regalo a su esposa Julia Clary a París; no obstante tras el divorcio de los monarcas, la perla Peregrina escribiría una nueva historia ahora en Estados Unidos, país al que viajó Bonaparte tras perder el trono español y marcharse con su amante.
Bonaparte regresó a Europa, y la perla Peregrina fue dada en testamento a Napoleón III, por lo que nuevamente esta preciosa joya regresaría París. Tras ser expulsado de Francia, y migrar a Inglaterra, Napoleón vendió a James Hamilton, duque de Abercorn, la perla Peregrina, permaneciendo en la familia Hamilton hasta que fue subastada en Londres en 1969.
Con una historia viajera envuelta en la riqueza y belleza por naturaleza, esta enorme joya fue adquirida por Richard Burton por 37 mil dólares, quien la compró para regalársela a su eterno amor, la actriz Elizabeth Taylor, quien le dio la perla a Cartier, con el objeto de rediseñar la joya ahora en un collar de diamantes, perlas y rubíes.
Pero, al final, ¿qué fue de esta maravillosa perla? Elizabeth Taylor falleció en 2011, y antes de ser subastada fue exhibida en varias ciudades del mundo como Madrid y Washington, en el Museo Smithsoniano de Arte Americano. En 2011, la joya de Cartier que ostentaba La Peregrina fue vendida por más de 11 millones de dólares en Christie’s en Nueva York, como parte de la colección de Taylor.
El poder de su belleza…
Una perla con forma de gota, con un peso de casi 60 kilates y montada en un espectacular collar con más perlas, rubíes y diamantes, llamada La Peregrina, es ahora una de las joyas más icónicas de todos los tiempos