México ha consolidado su posición como uno de los principales productores de oro a nivel mundial, gracias a una combinación de factores geológicos, tecnológicos y económicos que lo colocan en una posición privilegiada dentro de la minería global.
Las formaciones geológicas en estados como Sonora, Durango, Zacatecas, y Chihuahua albergan importantes yacimientos de oro. Estas áreas han sido estudiadas y explotadas durante décadas, lo que ha permitido una extracción constante y eficiente del metal precioso.
En 2023, la producción de oro en México fue de aproximadamente 70,1 toneladas métricas. En septiembre de 2023, la producción de oro fue de alrededor de 6,210 kilogramos, lo que representa una disminución de casi el 10% en comparación con el mismo mes del año anterior.
De acuerdo con el Inegi, la mayor producción de oro se concentró en Zacatecas que aportó 26.4% del total nacional, Sonora 24.3%, Chihuahua 17.4%, Durango 11.2% y Guerrero 7.5%; mientras que Guanajuato, Estado de México, Oaxaca, San Luis Potosí, Sinaloa y otras entidades produjeron en forma conjunta 13.2%.
La diversidad geológica del país ha facilitado el hallazgo de oro en diferentes formas, desde grandes depósitos superficiales hasta vetas subterráneas, lo que proporciona una fuente de producción variada.
A lo largo de los años, México ha adoptado tecnologías avanzadas para mejorar la eficiencia en la extracción del oro. Métodos como la lixiviación en pilas, que permiten extraer el oro de las rocas a través de soluciones químicas, se han implementado en muchas minas del país, maximizando la cantidad de oro recuperado y aumentando la rentabilidad de las operaciones.
Estas innovaciones tecnológicas han permitido a las minas mexicanas operar de manera más eficiente, lo que ha resultado en un aumento significativo de la producción.
México ha atraído importantes inversiones extranjeras en el sector minero, gracias a su Empresas multinacionales, como Fresnillo, Newmont y Agnico Eagle, operan en el país y han contribuido con capital, infraestructura y conocimiento especializado, lo que ha incrementado la capacidad de producción y la exploración de nuevos yacimientos.
El oro ha sido históricamente considerado un refugio de valor, y su demanda sigue siendo fuerte en los mercados internacionales. Esto ha impulsado a los países productores a maximizar su producción, y México, al ser un productor clave, se beneficia de esta constante demanda. Además, el oro juega un papel importante en la fabricación de joyería, inversión y tecnología, lo que sigue siendo un motor para la industria minera mexicana.