La Granja Perlas del Mar de Cortés produce por año 4 mil perlas con la mayor calidad y tonalidad en el mundo.
Además de ser la entidad con mayor producción de oro en el país, Sonora posee las perlas más hermosas y de mejor calidad en el mundo. En Guaymas, en la Bahía de Bacochibampo, se encuentra la granja marina llamada: Perlas del Mar de Cortés, la cual cada año produce 4 mil perlas.
La primera en América Latina, la granja produce una perla 100% natural en tonalidades color rosa, verde, azul y gris, cuyo proceso de cultivo depende del cuidado y trabajo de quienes están en la empresa mexicana, la cual nació como un proyecto de investigación del ITESM (Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey) sobre ostras perleras nativas, y que además hoy es el único productor internacional que ha desarrollado un fuerte compromiso con el medio ambiente.
De acuerdo con la granja, el proceso de producción consiste en liberar miles de huevecillos en el Mar de Cortés para que estos sean fertilizados y las ostras puedan reproducirse a través de una red que funge como arrecife, para que las nuevas ostras puedan crecer y dejar de ser larvas microscópicas.
Uno de sus cuidados principales es que cuando las ostras están en crecimiento, cada dos semanas deben ser limpiadas una por una para evitar que se le impregne un parásito que forma una especie de calcificación en la parte superior y evita el crecimiento de ésta.
Luego de dos años de crecimiento, las ostras pasan por un proceso quirúrgico para que, en aproximadamente un año y medio y tras ser regresadas al mar, después se pueda obtener una perla que ha sido cubierta por miles de capas de nácar.
El tamaño de la perla lo determina el tiempo de incubación que tenga dentro de la ostra. Entre más grande, mayor es su calidad. Sin embargo, si las perlas no cumplen con la calidad necesaria para su venta, son regresadas al mar cada inicio de cosecha a manera de ritual para tener buenos resultados, además de ser un reciclado natural.
El costo comercial de las perlas del Mar de Cortés van desde los 6 mil hasta los 54 mil pesos o más; sin embargo, dependerá de la pieza de joyería el costo total. Se estima que en el proceso natural de una perla, una de cada 10 mil ostras logra crear una perla; por ello, su gran valor.
La granja de Perlas del Mar Cortés es el único productor de perlas sueltas y cultivadas en la región. Según un estudio que habla del desarrollo que ha tenido la empresa, desde el inicio los jóvenes fundadores buscaron tener una granja que produjera perlas, por lo tanto el ITESM apoyó a los alumnos con viajes al extranjero para que asistieran a las ferias de gemas y perlas, en Hong Kong, Suiza y Tucson, lo que les permitió́ identificar los estándares que manejaban otras empresas ya establecidas en la industria perlicola y también la oportunidad de mostrar sus productos.
El tamaño de la perla lo determina el tiempo de incubación tenga dentro de la ostra. Entre más grande, mayor es su calidad.
El primer cultivo como prueba piloto, en 1995, logró obtener 5 mil perlas cultivadas; estos resultados altamente positivos, y en tan poco tiempo, llevaron al desarrollo de la primera granja comercial de perlas en América Latina, en 1996 con la producción de 30 mil perlas ese año.
Actualmente, la granja está abierta tanto para el turismo nacional como internacional, donde además de poder conocer su proceso de cultivo, se pueden adquirir algunos ejemplares solos o montados en joyería como anillos, pulseras y collares.
La granja cuenta con dos certificaciones, una de ellas otorgada por Fair Trade Gems (Gemas de Comercio Justo), la cual dicta la aprobación de la producción de perlas sin emitir daños al medio ambiente, además de garantizar que las perlas que obtienen cumplen con una belleza 100% natural y no necesitan procesarse de ninguna forma.
En tanto, la segunda es la certificación de Granja Sustentable otorgada por la Universidad de Vermont, situada en Burlington, Vermont en Estados Unidos de América, la cual permite comercializar con la prestigiada marca de joyería Tiffany & Co.