Eres una de las figuras mexicanas con mayor reconocimiento mundial. ¿Qué significa esto para ti?
“Es el resultado de la disciplina y trabajo constante. Es una carrera que empezó cuando tenia ocho años en el patio de casa de mis padres, ahí empecé a entrenar bajo la dirección y enseñanza de mi padre. Tengo inmensa gratitud por todo lo que he vivido. Significa trascender y ser una inspiración para las generaciones que siguen”.
Tu caso ha permitido socializar el ballet de una manera más contundente en México. Pero ¿cómo percibes a esta ex- presión en nuestro país?
“¡Cada día mejor! En definitiva el ballet no se ve igual que hace diez años, ha cambiado de manera relativamente rápida la percepción que se tiene en términos generales a raíz en cierto sentido, de mi trayectoria, que cada día más y más gente la conoce y se sienten orgullosos de tener un artista mexicano representándoles en el mundo dignamente. En todos los perfiles y estratos, hay más respeto por la profesión. Se ha dignificado y eso me llena de gran satisfacción. Aún hay mucho por hacer, pero el trabajo ha dado resultado”.
Te invitamos a leer la nota completa en el siguiente link.
¡Encuéntralo en la página 38! https://bit.ly/2WuMWnE