Grupo de Calidad. Distinción con convicción

por adminjoyam

En esta edición de JOYA Magazine, el empresario Gabriel Guzmán Arias, fundador de Oro Excel, empresa acreditada con el número uno de Grupo de Calidad y uno de los impulsores de la industria joyera, nos comparte algunos puntos de vista respecto a la evolución y estado del sector.

¿Cómo describiría usted los inicios de la Industria Joyera Mexicana a mediados de siglo pasado?

“La joyería ha sido una industria muy fuerte aquí en Guadalajara. Aquí se formó
un grupo de joyeros en el sector Libertad. Un señor que se llamaba Don Felipe Martínez Sandoval fue uno de los precursores de la jo- yería, con él trabajó Don Jacinto Vázquez y los señores Ramírez, varios ahí aprendieron; ese señor desarrolló mucho la joyería”.

“También él creó un equipo de futbol que se llamó el equipo Oro y construyó un estadio de futbol en la 30 y Aldama; él fue un gran industrial, de ahí que yo traigo la vena desde ahí, porque mi padre trabajó con Don Felipe Martínez Sandoval; después se separó e inició su propio negocio, y es a la fecha lo que ahorita tenemos mis hijos y mis nietos”.

“La industria joyera ha sido muy fuerte. Hubo un tiempo, en la guerra, en 1942, 44, un poquito atrás, que la joyería se desarrolló mucho porque en Estados Unidos querían la plata; entonces se fabricaba plata a granel. El gobierno les pedía que estuviera transforma- da y hacían cucharas o ceniceros que se iba a Estados Unidos. Ahí fue un principio donde los joyeros empezaron a tomar fuerza y se incursionó al oro”.

“Existió después la Cámara, que la formó Don Ezequiel Cruz Castro, y ahí empezamos a unirnos. Algunos joyeros empezaron a mecanizarse con maquinaria europea, pero fue lento el desarrollo mecánico, fue más que todo artesanal. Durante los 50 a los 80 la industria artesanal y los talleres familiares crecían”.

¿Qué elementos cree impulsaron la modernización y crecimiento de nuestro gremio para posicionar su prominencia dentro de nuestro estado?

“Inicialmente las fábricas europeas nos vendían maquinaria, pero nos dejaban sin asistencia técnica; entonces, teníamos una máquina muy bonita pero nunca la lográbamos a echar a andar, por eso algunos siguieron trabajando con sus métodos tradicionales. En México, en la capital, llegaron extranjeros de Argentina, de Italia, de España y ellos trajeron maquinaria, tecnología y más diseño con mejores procesos de producción en los 70, 80”.

Desde su punto de vista, ¿cómo considera que la industria fue consolidándose como un gremio organizado?
“En Cámara había un presidente que duró 10, 12 años (ríe). Estábamos en la 32. Era el presidente, vicepresidente y la secretaria. No había dinero, no fungíamos como una Cámara realmente. Ahí se rifó un automóvil, un Volkswagen, se construyó el edificio de Topacio, y tuvimos la oportunidad de salir de una casita vieja que te sentabas y te caías de la silla. Era el tiempo de Jorge Valencia como presidente, empezó a participar más gente, se realizó la primera exposición de joyería en Guadalajara. Varios abrimos el Centro Joyero de Guadalajara que fue el primer centro aquí en la ciudad, que también ya tiene sus 30 años o algo así de que se abrió, y tomó mucha fuerza a la industria joyera en Guadalajara, los centros joyeros y la exposición”.

Su empresa es fundadora de Grupo de Cali- dad, un programa que se ha consolidado y posicionado a la joyería mexicana, ¿en qué medida y de qué forma usted piensa que este programa ha contribuido a mejorar el 18 buen nombre de la joyería mexicana dentro y fuera del territorio nacional?
“Hay tres cosas básicas para que Guadalajara se pudiera proyectar como la Capital Joyera, no de México, sino de Latinoamérica: una fue los centros joyeros, las exposiciones y otro es Grupo de Calidad, el cual ha sido muy importante porque le ha dado confianza al consumidor, al comprador de joyería, cosa que en todo Latinoamérica no existe. Grupo de Calidad, siendo parte de él, me siento muy orgulloso y contento de los resultados que ha habido y que quizá no nos imaginamos que fuera a ser tan trascendente”.

¿En qué grado de tecnificación y competitividad piensa usted se encuentra actualmente la industria joyera nacional?
“Hay un grupo de empresas fuertes que están al día en tecnología y que asistimos a las exposiciones mundiales de maquinaria, diseño, de innovación; ese grupo de empresas está preparado para competir al tú por tú con cualquier empresa del mundo. No es sencillo ni es fácil. Sí nos falta algo. Tenemos ya la maquinaria, sabemos manejarla, tenemos buen modelaje, diseño, pero nos falta un poco afinar lo que son los termina- dos y capacitar bien a nuestro personal. Yo veo que algunos están exportando a Arabia Saudita, Canadá, Estados Unidos, Alemania, Inglaterra. Sí, poco a poco nuestra mercancía va siendo aceptada y reconocida. La gente siempre nos va a pagar la calidad, lo que nunca nos va a perdonar es una pieza mal hecha, o lo peor, que no dé el quilataje; eso sí es imperdonable”.

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La industria joyera se integra, en gran medida, por pequeños negocios de tipo familiar, ¿hasta dónde considera usted que esto sea una ventaja o fortaleza, y qué previsiones se deberían tomar para que estas prevalezcan y sucedan exitosamente?

“Más que todo, pienso que sí, efectivamente Guadalajara está formada por empresas familiares. Las empresas más importantes aquí en Guadalajara casi son de la misma familia (ríe), de hecho, el señor Alfredo Hernández, fue mi tío, yo fui socio de él y de ahí se fundaron varias de las principales empresas fabricantes de Guadalajara, y aquí tenemos Oro Excel. Todo esto es una misma familia. De hecho esto se originó hace como 65 años, por las dos personas, mi padre y mi tío Alfredo que trabajaban con el señor Don Felipe”.

“Sí, hay otras empresas fuertes que son 100% familiares; unas han crecido más otras menos, pero al final somos una familia. Creo yo que el medio de unificar los intereses de tantas empresas es la Cámara; nos conviene estar unidos y ayudarnos. Guadalajara podría tener una participación mucho más grande en el mundo, mejorar un poquito la calidad, conocer un poco más de trámites de exportación, tener personal capacitado que abra mercado, quizá financiamientos; algunos detalles. Guadalajara tiene unas posibilidades enormes”.

“Yo sugeriría que la Cámara utilice lo más que pueda a Grupo de Calidad porque es algo muy valioso que se logró y que todavía se pue- de vender el producto de que aquí se garantiza el quilataje, de que hay más de tantas empresas reconocidas, que se siga haciendo promoción.

Que los compradores mayoristas y medio mayoristas conozcan que Guadalajara tiene esa arma, yo le llamo un arma porque sirve para crear confianza para vender. Ojalá que la Cámara explote al máximo esto que se logró hacer sin pensar que tendría tanto éxito”.

“Sí había mucha competencia desleal, por eso fue creada Grupo de Calidad y al final prevaleció lo correcto; entonces ya que se logró eso hay que maximizar lo que se pueda y darlo a conocer. Yo veo que sí hay promoción, que se les distingue a las empresas; sé que han trabajado muy bien”.

¿Hay alguna experiencia que a usted lo marcó y que recuerde con cariño?
“Fue en 1981 cuando empecé a fabricar oro, habíamos pasado una crisis muy fuerte de plata, que se dejó de vender y yo estaba recién casado, formando una familia y me desesperaba mucho porque no podía crecer, y entonces incursioné haciendo pequeñas pruebas de vaciado, sacamos los primeros anillos y me dio muchísimo gusto porque sentí que iniciaba una nueva trayectoria, y así a la fecha sí”.

¿Qué mensaje les da esos jóvenes que, como alguna vez lo hizo usted, sueñan con crecer en esta gran industria joyera?
“Más que todo que se sigan capacitando, que asistan a todos los eventos, exposiciones, que conozcan los mercados, la moda, la tecnología, que estén al día en todos los medios de producción como de comercialización. Las técnicas de venta por medio de Internet, de tiendas virtuales, mega tiendas como Amazon, Alibaba. Estamos viviendo una transición muy grande, un cambio muy fuerte en sistema de producir y vender”.

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