Por: Thelma Gust Ramos
Un grupo de científicos de la Universidad Monash de Australia analiza la formación de pepitas de oro en vetas de cuarzo a raíz de presiones sísmicas.
Hoy en día el oro se extrae de diversos depósitos geológicos; sin embargo, es en las vetas del cuarzo donde se encuentra con mayor frecuencia. De acuerdo con un estudio publicado en la revista científica Nature Geoscience el pasado 02 de septiembre, el cuarzo tiene una capacidad piezoeléctrica que le permite generar campos eléctricos cuando se somete a tensiones geológicas, como son los terremotos, propiciando un voltaje eléctrico lo suficientemente fuerte como para extraer nanopartículas de oro de los fluidos circundantes y depositarlas en su superficie.
Sin embargo, para la formación de pepitas de oro en las vetas de cuarzos se requiere de más de un terremoto, pues los primeros granos acumulados actúan en forma de imán, por lo que los temblores siguientes permiten que más partículas se cristalicen y los fluidos de oro disuelto crezcan en las grietas del cuarzo en forma de pepitas.
“Si agitas el cuarzo, se produce electricidad. Si generas electricidad, sale oro (…). Normalmente son miles o decenas de miles de pulsos de fluido los que ingresan durante los terremotos y luego, con el tiempo, forman un depósito de oro orogénico”, compartió para National Geographic el geólogo y autor principal del estudio, Chris Voisey, tras la publicación en la revista Nature Geoscience.
El estudio destaca que lo anterior fue comprobado a través de diversos experimentos en los que los investigadores sumergieron cristales de cuarzo en fluidos con oro disuelto y luego reprodujeron las tensiones de un terremoto, teniendo como resultado el depósito de oro en la superficie del cuarzo sometido bajo presión, generando un campo eléctrico.
Para los geólogos, este descubrimiento tiene grandes aportaciones a la minería, pues se podrán identificar áreas con alto potencial de depósitos de oro, sobre todo en regiones donde la actividad sísmica es común.
El oro se extrae de diversos yacimientos geológicos, pero con frecuencia se localizan dentro de vetas de cuarzo, las cuales suelen encontrarse en regiones de la corteza terrestre que han soportado altos niveles de tensión, como la formación de montañas.
Actualmente, existen yacimientos de oro y plata con depósitos importantes de estos metales, como son las minas que actualmente tienen la mayor producción a nivel mundial. De acuerdo con el portal alemán de estadística, Statista, la minera estadounidense de Nevada es la mina con la mayor producción anual con 116 toneladas de oro, seguida de Muruntau, ubicada en Uzbekistán, país de Asia Central y la más grande a cielo abierto con una producción de 66 toneladas; en tercer lugar está Olimpiada, en Rusia, con 43. 2 toneladas cada año; en cuarta posición está la minera Pueblo Viejo, en República Dominicana, con una extracción de 30.6 millones de toneladas, mientras que en el número cinco está la mina de oro Lihir, que opera desde 1997, en la provincia de Nueva Irlanda de Papúa Nueva Guinea.
Sin embargo, en la producción de oro a nivel mundial, México es un competidor importante por las minas de extracción de este metal que hay en nuestro país. Según el informe anual de la Cámara Minera de México (CAMIMEX), nuestro país representa 3.4% de la producción internacional (7.08 kilogramos al mes), que en 2022 sumó, en el total de todas sus minas, una extracción cercana a las 116.6 millones de onzas del preciado metal.
Las minas de oro más grandes de México se ubican en los estados de Sonora, Guerrero, Chihuahua, Zacatecas y Durango.
