El oro es un metal precioso que siempre está en tendencia, y desde hace varios años se ha convertido en un protagonista de la cocina lujosa y excéntrica. Sí, hablamos del oro comestible. De un ingrediente que presente en pequeñas cantidades puede costar hasta más de 800 euros.
En la historia del oro, este metal precioso ha prevalecido como símbolo de estatus y sofisticación. Incluso, de acuerdo con historiadores, desde la Edad Media se cree que se ingería por sus atribuciones a propiedades medicinales. Lo cierto es que en la gastronomía moderna el oro de ha convertido en unos de los ingredientes más codiciados.
Pero, ¿a qué sabe el oro?, si bien el este metal precioso no cuenta con un sabor u olor característico, se considera sólo un aditivo alimenticio estético y de ornamentación, cuyo proceso para que sea comestible debe ser en pequeñas pepitas de entre 22 y 24 quilates, la cuales se someten a una temperatura de mil 200 grados que se funde por completo, para después adoptar a través de un molde la forma de un lingote.
Posterior a ello, con una máquina especializada se trabaja el lingote hasta convertirlo en una lámina de 0,015 milímetros de espesor, tres veces menor que el de un cabello humano. Es aquí cuando entran en acción los batidores de oro, responsables de reducir todavía más el tamaño de la lámina, que llega a alcanzar los 0,00015 milímetros de grosor.
En diferentes restaurantes de lujo en el mundo, han creado distintos platillos gastronómicos cuyo ingrediente protagonista este este metal, por ejemplo, en Nueva York, el restaurante el Manila Social Club es famoso por su dona cubierta de oro, un postre con un valor aproximado de cien dólares.
En México, esta tendencia no se queda atrás, pues en Los Cabos, en el hotel Velas Resort, se creó el taco más caro del mundo, especialidad del chef Sidney Schutte, quien lo elabora a base de una tortilla hecha con láminas de oro de veinticuatro quilates, rellena de caviar de beluga, brie, trufa blanca y negra, langosta y carne kobe. ¿Te gustaría probarlo?
Cultura ancestral:
El consumo de oro es una costumbre que fue característica de culturas ancestrales de regiones del mundo como Egipto, China y la India.