Edificio Arróniz: patrimonio y cultura viva

por adminjoyam

Construido entre 1890 y 1902 hoy alberga la Secretaría de Cultura de Jalisco. A lo largo de su historia, ha tenido múltiples usos institucionales, lo que ha permitido su conservación activa, integrando historia y preservación cultural.

En el corazón del Centro Histórico de Guadalajara se ubica uno de los edificios más representativos del patrimonio arquitectónico jalisciense: el Edificio Arróniz. Entre las calles de Degollado y Liceo, este edificio que destaca por su estructura y diseño es actualmente la sede de la Secretaría de Cultura de Jalisco.

Sin duda, uno de los espacios más destacados es su biblioteca de doble altura, que conserva carpinterías originales y detalles decorativos que reflejan la estética institucional del porfiriato. Techos altos, grandes ventanales y materiales nobles, como madera y cantera, refuerzan la idea de permanencia y sobriedad que caracteriza al conjunto.

La Secretaría de Cultura de Jalisco ha impulsado trabajos de rehabilitación y mantenimiento, restaurando fachadas, carpinterías, techos y sistemas de iluminación, además de adaptaciones necesarias, con el objetivo de que el inmueble pueda responder a las necesidades actuales sin comprometer su integridad arquitectónica.

El Edificio Arróniz ha asumido un rol protagónico como foro cultural. Su uso como sede administrativa se combina con una agenda de actividades abiertas al público, lo que permite que el espacio se mantenga activo y en diálogo con la ciudadanía. Conciertos, lecturas, conferencias, exposiciones y encuentros comunitarios forman parte de la vida diaria del edificio, que es una invitación tanto para turistas como para locales. Sus patios y corredores se han convertido en escenarios para el arte y la cultura, pero también en espacios para mostrar la belleza de industrias como la joyera.

A más de cien años de su construcción, el Edificio Arróniz sigue siendo un referente, demostrando que la arquitectura, cuando se entiende como un bien común, puede ser al mismo tiempo historia, presente y posibilidad de trascender a través de la cultura.

Construido entre 1890 y 1902, el Edificio Arróniz fue diseñado por el arquitecto Antonio Arróniz Topete; desde entonces, el edificio antes conocido como Quinceava Zona Militar o Edificio Zaragoza ha tenido distintos usos institucionales, lo que ha permitido su conservación activa a lo largo de más de un siglo.

De acuerdo con historiadores, antes de convertirse en sede cultural, fue seminario, hospital militar, escuela normal, archivo histórico, museo y ahora oficinas guberna- mentales. En 2015, el Gobierno del Estado lo consolidó como sede de la Secretaría de Cultura, abriendo así una nueva etapa en la historia del inmueble: la de un edificio patrimonial en función de la vida cultural contemporánea.

En su arquitectura destaca su fachada de ladrillo rojo, visible desde distintas calles del centro, compuesta por elementos ornamentales que mezclan influencias neo- clásicas y detalles del historicismo europeo. Con un imponente patio central, está rodeado por corredores o portales que distribuyen el espacio hacia oficinas, salas de reunión y áreas de servicio. También cuenta con dos patios laterales que mejoran la iluminación y ventilación natural.

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