Por: Thelma Gust Ramos
Dos destinos gastronómicos en Guadalajara que muestran la belleza del arte y la alta cocina.
En el gran universo de propuestas que resaltan la belleza culinaria de Guadalajara, existen dos joyas gastronómicas cuya especialidad tiene un sentido de innovación y exigente esteticismo. Bruna y Octo son dos conceptos con coherencia estética en sus instalaciones, ambiente, servicio, presentación y sabor, permitiendo vivir una experiencia como ninguna otra.
Hace siete años, Bruna apostó por darle una nueva interpretación a la gastronomía mexicana, bajo la premisa de ser un proyecto integral, cuya cadena de valor involucrada en cada proceso cumpliera con la calidad y estética que hoy hacen posible que, más que un restaurante, sea una experiencia de la alta cocina y el arte.
“Este proyecto fue desde la visualización de una esteta que, finalmente lo que hace es de que cada cosa que esté creada combine con el Universo que compone toda la experiencia. La experiencia Bruna fue diseñada cuidadosamente para que llegara a la escena gastronómica de Guadalajara y se posicionara hasta arriba y ahí se quedara”, comparte Luis Manuel Hernández, director y creativo de ambos proyectos.
En Bruna todo tiene una razón de ser en sincronía, la gastronomía y el arte se confabulan en cada espacio, por una parte, para permitirte experimentar el sabor de la auténtica cocina mexicana, con platillos típicos que destacan por ser abstractos y contemporáneos; y por otra, para mostrarte la belleza del arte mexicano, a través de su Galería Bruna, la cual está ubicada en la parte alta del lugar.
La conceptualización estética blanco y negro que caracteriza a Bruna, cumple con el objetivo de ser diferente, pero sobre todo un lugar con mucha personalidad, tal y como lo planeó desde el inicio del proceso creativo Luis M. Hernández, quien a pregunta expresa sobre ¿por qué Bruna?, compartió que tiene referencia al significado (de origen germánico que significa “oscuro”, “moreno”) del nombre de quien fuera su gran amigo durante 18 años, un Schnauzer Sal y Pimienta.
“Significaba para mí mucha personalidad, potente y elegante; sobre eso desarrollé el concepto blanco y negro, esta parte dual. De lejos tú sólo ves el piso oscuro, moreno, y no ves el blanco y negro, sino el tono del Schnauzer Salt and Pepper; entonces con todo esto se empezó a crear la conceptualización, la vajilla, los muros, todo lo que hoy es Bruna”.
Tras el gran éxito de Bruna, logrando destacar en un mercado que sabe identificar lo bien hecho, en 2021, en medio de uno de los tiempos más complejos para el mundo, se abría una nueva posibilidad para este grupo restaurantero, integrado también por el chef Óscar Garza y Narda Hernández, directora operativa.
“Teníamos el proyecto de abrir un Bruna en Los Ángeles, pero justo vino la pandemia y cancelé todo. Sin embargo, hay la oportunidad de adquirir el predio donde hoy es Octo; entonces, no sabía qué venía, pero afortunadamente podía seguir la cons- trucción del proyecto y decidí aventarme, de continuar con mi proceso de inversión y creación”.
Al igual que Bruna, Octo ha conquistando paladares de Guadalajara y el mundo, siendo hoy un destino gastronómico totalmente diferente por conectar la cocina del mar con la arquitectura, arte que le permitió ganar el Premio Prix Versailles 2023 por su propuesta, innovación y belleza arquitectónica que, cabe destacar detrás de este diseño está la creatividad de Luis M. Hernández, construida por su hermano, el arquitecto Luis Fernando Hernández.
“Octo es un proyecto antagonista cuya regla o reto fue que todo lo que existe en Bruna no puede existir en Octo, es decir, toda la conceptualización, el diseño, la arquitectura y los platillos; así fue como se creó un segundo destino ubicado al lado de Bruna”.
Bruna y Octo hoy son el resultado de una mente visio- naria, del talento y creatividad de todas las personas que han sido parte del desarrollo de dos grandes destinos que hoy son un ho- menaje al arte de la gastronomía.