Utilizados por los antiguos romanos como una condecoración, una de las insignias del soberano del Reino Unido son los armillae o brazaletes, los cuales simbolizan la sabiduría y la sinceridad.
Fabricadas en oro, los armillae son considerados un símbolo de la unión que vincula al soberano con su pueblo. En el Reino Unido este tipo de pieza fue creada para el rey Carlos II del año 1661, así como para la coronación de la reina Isabel II en 1953.
Considerada una de las joyas más importantes de la corona británica, el armillae de Isabel II fue un regalo a la reina de los gobiernos de varias naciones de la Mancomunidad de Naciones y están fabricados con oro de 22 quilates forrado con terciopelo carmesí.
El valioso joyero de la Reina de Inglaterra cuenta con una amplia colección de tiaras, collares pero sobre todo brazaletes, piezas que están ligadas a la historia de la realeza británica. En 1946, el rey Felipe pidió la mano en matrimonio de la entonces princesa Isabel con un clásico anillo de compromiso y un hermoso brazalete de diamantes con inspiración art déco, con un diseño geométrico, y con tres grandes diamantes tallados en blanco brillante, tres eslabones cuadrados conectados por secciones verticales montadas en platino.
Los armillae se han convertido en una de las joyas más importante de la familia real, siendo utilizadas para la coronación de monarcas en Reino Unido, al igual que la corona Imperial del Estado, la cual se creó en 1838 para la coronación de la reina Victoria, tatarabuela de Isabel II; misma que se utiliza en las coronaciones de los reyes de Reino Unido y en las ceremonias de apertura del parlamento.