A diferencia de las mujeres, el hombre regularmente utiliza menos accesorios durante el día de su boda. ¿Por ejemplo? Mancuernillas, reloj y por supuesto, un fistol. Este último es de los más interesantes pues cuenta con el poder de marcar una clara diferencia entre un look regular y uno sumamente original sin perder la formalidad.
Aunque el nombre correcto es fistol, el mercado también puede referirse a él como boutoniers o simplemente pin. Si bien algunos están hechos de flores naturales, otros recurren a detalles en tela. Sin embargo los más especiales están hechos de metales preciosos como la plata o el oro, convirtiéndolo en una joya dispuesta a dar brillo al novio durante la celebración.
Para los más arriesgados, algunos de los diseños apuestan por piedras, cristales o formas diversas.
¿Y en dónde se coloca? El fistol tiene su lugar en la solapa del traje. Por ello el novio debe poner atención a las características de su corbata e incluso pañuelo, el reto está en lograr una armonía visual que jamás se olvide del buen gusto; si lo que el caballero busca es adentrarse a la elegancia, deberá recordar que menos es más.
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