Con un lujoso anillo que combina romanticismo, bajo un diseño vintage, Taylor Swift y Travis Kelce anunciaron su compromiso a través de sus redes sociales. El anillo se ha convertido en el centro de atención por su diseño antiguo, pero sobre todo, por la historia que hay detrás de su creadora.
Diseñado por la firma neoyorquina Artifex Fine Jewelry en colaboración directa con Kelce, bajo la promesa de ser un anillo totalmente personalizado, el anillo de compromiso de Taylor Swift destaca por su diamante central de corte cojín (con esquinas redondeadas) colocado en una alianza de oro amarillo.
Sin embargo, detrás de esta joya está su creadora Kindred Lubeck, hija de un orfebre de Florida, que antes de iniciar en la industria joyera trabajó para un bufete de abogados, para después descubrir su vocación durante la pandemia en 2019. Lubeck ha compartido a medios internacionales que tras integrarse al oficio de su padre, aprendió grabado a mano, granulación y otras técnicas antiguas; en 2024 se trasladó a Nueva York y abrió su estudio desde cero, sin grandes inversores y con la firme convicción de su talento. Hoy su nombre suena a nivel mundial, y su pieza es parte de la historia de Taylor Swift, considerada la artista musical femenina más rica del mundo.
De acuerdo con gemólogos, se estima que el diamante es de ocho quilates, color F y claridad VS1, tiene un valor aproximado de 550.000 dólares; su montadura es de oro amarillo de 18k, su diseño tiene grabados flores y detalles ornamentales, dándole una personalización clásica y mostrando un trabajo artesanal de la firma creadora.
Según expertos, este anillo cuenta una nueva historia dentro de los procesos artesanales de la industria joyera mundial, mostrando cómo una firma local abre de nuevo el valor de joyería con alma, historia y detalle manual, alejándose de las piedras industriales sin carácter con marcas de lujo ya posicionadas. Incluso, señalan que este anillo podría abrir la puerta a una mayor tendencia de cortes antiguos, grabados artesanales y metales nobles con pátina emocional.

