En México existen joyas arquitectónicas que hacen de él un destino mágico. A través de sus narraciones construidas en ladrillo de barro, madera, piedra y adobe, pero también en acero, concreto, aluminio y cristal, cuentan historias que hablan del pasado y presente de nuestro país.
Desde las civilizaciones prehispánicas con sus pirámides, hasta los templos barrocos que emergieron tras la Conquista y las nuevas edificaciones que dejan ver la arquitectura contemporánea del país, México ha construido una identidad de su historia que actualmente es reconocida a nivel nacional e internacional.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Turismo a nivel federal, en los primeros cinco meses de 2025, México recibió 39.4 millones de visitantes internacionales, incluyendo turistas de internación vía aérea y cruceros. En total, México está experimentando un crecimiento en el turismo, con un aumento del 14.2% en visitantes internacionales, quienes llegan al país a conocer la riqueza natural y arquitectónica de un país que brilla por su identidad.
Cada joya arquitectónica muestra el desarrollo intelectual e industrial de la época. Inciando con los lugares donde el culto tenía un nuevo escenario: los templos prehispánicos como Teotihuacán, con su Pirámide del Sol y de la Luna, una antigua ciudad sagrada ícono del México precolombino; Chichén Itzá: La pirámide de Kukulkán es una obra maestra de ingeniería maya, alineada con precisión astronómica; y Palenque y Uxmal: famosas por su arquitectura refinada y esculturas detalladas, testigos del esplendor maya clásico.
En la arquitectura colonial, la Catedral Metropolitana, ubicada en la Ciudad de México, es una mezcla monumental de estilos renacentista, barroco y neoclásico, construida sobre el antiguo Templo Mayor. El Templo de Santo Domingo, situado en la entidad de Oaxaca es un ejemplo exquisito del barroco novohispano, con interiores dorados y arte sacro de alto valor. A estos dos se suma la parroquia de San Miguel de Allende, la cual destaca por su estilo neogótico rosa, un emblema de belleza colonial mexicana.
A ello se suma la arquitectura moderna y contemporánea, con edificacones como Ciudad Universitaria, la Universidad Nacional Autónoma de México, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO, destaca por su integración del arte y la arquitectura funcionalista. La Casa Estudio Luis Barragán: Obra maestra del Premio Pritzker mexicano, combina minimalismo, color y espiritualidad; el Museo Soumaya y Museo Jumex, en la Ciudad de México, edificios icónicos de arquitectura contemporánea que dialogan con el arte moderno e internacional.
