Alba Rojas
Directora de Diversidad
Gobierno de Guadalajara, Jalisco
Junio es un mes que tiene un brillo particular. No solo porque celebramos el orgullo LGBT- QIA+, sino porque nos recuerda la belleza de ser auténticas, de caminar con dignidad y de sabernos acompañadas. En esta edición tan especial de Joya Magazine, donde dos mujeres comparten portada como símbolo de vínculo y reflejo mutuo, quiero hablarles desde un lugar que también tiene brillo propio: el del cuidado compartido.
En Guadalajara, la ciudad que tengo el honor de servir como Directora de Diversidad, trabajamos todos los días por hacer de ella: La Ciudad Que Te Cuida. Y cuidar no es solo proteger: es reconocer la dignidad de la otra, construir condiciones más justas, y entender que nadie florece sola.
Las políticas públicas de inclusión no son un accesorio: son una base fundamental. Son esas estructuras que, como una joya bien diseñada, sostienen, embellecen y dan forma a una vida más igualitaria. Cuando hablamos de inclusión, hablamos de abrir puertas, sí, pero también de garantizar que haya un piso parejo para todas. Que una niña trans pueda ir a la escuela sin miedo. Que una pareja de mujeres pueda caminar tomada de la mano sin ser juzgada. Que cualquier persona, sin importar su condición, sepa que su ciudad también es su casa.
Desde mi historia personal —como mujer trans, joven y servidora pública— sé que no basta con resistir: hay que transformar. Por ello impulsamos acciones que a través de la sensibilidad, promuevan la igualdad, la diversidad y el respeto. Pues la reconstrucción del tejido social comienza cuando reconocemos que nuestras diferencias no nos separan, sino que nos enriquecen.
La joyería, como símbolo, es poderosa. Es elección, es vínculo, es memoria. Nos recuerda que hay lazos que no se ven, pero que sostienen. Precisamente así son las redes entre mujeres, entre aliadas, entre ciudadanas comprometidas con el bien común.
En esta realidad, más que nunca, necesitamos joyas que no solo adornen, sino que cuenten historias. Historias de resistencia, de amor, de amistad, de estrategias que cuidan, y de ciudades que entienden que la belleza más profunda es la del cuidado mutuo.
Porque sí: cuidarnos entre todas también es un acto de orgullo.

