La esmeralda, el rubí y el zafiro se apoderan de los anillos de compromiso

por adminjoyam

La presencia de piedras preciosas de distintos colores toman protagonismo en la joya más representativa del compromiso: el anillo en solitario. Sumando belleza y sofisticación, cada una de estas piedras son también una expresión de lealtad, renovación y compromiso 

Estas piedras se han caracterizado por estar acompañadas de diamantes en delicadas orlas; sin embargo, la tendencia actual las ha orillado a dar un paso más y convertirse en las piedras deslumbrantes de los anillos de compromiso. Montadas en oro blanco, amarillo o rosa, los rubíes, esmeraldas y zafiros ganan interés para dar el siguiente paso.  

Zafiro: una promesa de lealtad y confianza. Sin duda, el famoso anillo de zafiro y diamantes de Lady Di intensificó el protagonismo de esta pieza. El zafiro se ha caracterizado por ser una gema que simboliza la lealtad y confianza en las parejas, capaz de reflejar el amor más puro y sincero.

Esmeralda: la gema de la renovación y la esperanza. Una piedra clásica cuyo color verde intenso la hace bella y romántica. Esta gema desde hace siglos ha sido considerada un símbolo de amor y renacimiento; incluso, en la mitología griega, se creía que esta piedra estaba asociada con la diosa Venus y se le atribuían poderes relacionados con el amor y la fertilidad. 

Rubí: sinónimo de pasión y protección. Se le considera una de las gemas más distinguidas y elegantes, por lo que al estar presente en un anillo de compromiso simboliza el amor, la pasión, el deseo y la prosperidad. En este tipo de piezas el rubí suele acompañarse con pequeños diamantes alrededor de la piedra, para dar un toque brillante y resaltar el rubí. 

Detrás de la belleza y fuerza de cada una de estas piedras está el deseo de elegir la pieza perfecta para ese día tan especial, por lo que conectar con cada una de ellas, sin duda, será la mejor elección para ese momento tan esperado. 

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