¿Una tiara flexible?, sí, de zafiros y con una gran historia

por adminjoyam

Integrada por nueve zafiros, la tiara Leuchtenberg creada en 1806 como regalo de Napoleón a la princesa Augusta de Babaria es tan flexible que puede hacerse totalmente plana, y es hoy una las joyas más importantes de la familiar real sueca.

La pieza que integra también diamantes, de estilo neoclásica,  tiene un diseño que representa las madreselvas. Su flexibilidad es gracias a que está formada por once secciones separadas que se pueden quitar para adaptarla mejor.

Creada por el famoso joyero parisino Marie-Étienne Nitot, a esta pieza se le suma un juego con unos pendientes, un broche y un collar. Este juego de piezas fue entregado como  regalo de bodas a Eugene de Beauharnais por parte de su padre adoptivo Napoleón I Bonaparte, quien sería creado Duque de Leuchtenberg por su suegro Maximiliano I José de Baviera.

Sin embargo, tras la muerte de la duquesa de Leuchtenberg, en 1851, la tiara fue heredada por su hija mayor, la entonces Reina Josefina de Suecia, por su matrimonio con el Rey Oscar I.

De acuerdo con historiadores, su hija, Josefina de Leuchtenberg, fue quien llevó los zafiros a Suecia y desde 1930 pertenecen a las joyas de la corona de Bernadotte. Actualmente es una de las joyas más preciadas de Silvia Renate Sommerlath, la reina consorte de Suecia por su matrimonio con el rey Carlos XVI Gustavo. La reina escogió este brillante conjunto en la última ceremonia de los premios Nobel celebrada en junio de 2019.

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