En 2022, este sorprendente diamante negro de 555,55 quilates conocido como Enigma fue adquirido por 4,28 millones de dólares (unos 3,75 millones de euros) por un comprador anónimo; sin embargo, hasta ahora, su origen está rodeado de misterio.
Según gemólogos, este tipo de diamantes sólo se encuentran en dos regiones del mundo: Brasil y la República Centroafricana. Wuyi Wang, vicepresidente de investigación y desarrollo del Instituto Gemológico de América, que certificó el Enigma como carbonado natural, señaló para National Geographic, que las muchas rarezas de los diamantes carbonados han dado lugar a una serie de teorías sobre su origen, pues «no hay un modelo único que lo explique todo».
Muchos expertos apuntan a que los diamantes negros en el mundo provinieron del espacio, formándose por una explosión de una supernova, cuyo viaje interestelar los habrían llevado a chocar contra la Tierra.
El Enigma y todos los demás diamantes carbonados se formaron en un misterioso acontecimiento hace entre 3800 y 2600 millones de años. Los diamantes negros tienen una combinación única de características físicas y químicas que no tiene ningún otro diamante conocido.
De acuerdo con National Geographic, a lo largo de los milenios, el viento y el agua han borrado la mayoría de las pistas sobre el origen de los diamantes negros, erosionando las rocas en las que se formaron las gemas y dispersando los granos a lo largo de las orillas de los antiguos ríos.
La especialista en joyas de Sotheby’s, Nikita Binani, declaró para medios internacionales que el diamante Enigma es una pieza única, ya que es muy difícil compararlo con otros diamantes, o incluso con otros diamantes negros que han llegado al mercado en el pasado.
Nadie sabe a quién pertenecía antes de la subasta de Sotheby’s que lo convirtió en uno de los diamantes más famosos de la historia. Su actual propietario, Richard Heart, pagó por él 3.750 millones euros, siendo el mayor diamante negro facetado en una subasta. Con 55 caras y con un tamaño casi del de una pelota de squash, esta impresionante piedra se colocó dentro del libro de Récord Guinness de 2006.
