Por: Thelma Gust Ramos
Karen Marrun es una creadora versátil que comunica, a través del diseño de joyería, conceptos e historias de manera poco convencional. Sus colecciones son una invitación a dejarse sorprender por el ADN de las piezas, pues no están ni estéticamente ni conceptualmente marcadas por un estilo propio de la diseñadora.
Con una personalidad multifacética que se enriquece de su pasión por la cultura, la literatura, por su profundo interés por aprender y descubrir nuevos conocimientos, Karen Marrun indaga para no quedarse solo en la superficialidad de los conceptos.
“Me gusta investigar para saber cómo puedo aportar algo con más genialidad, mi interés siempre es buscar en las cosas algo que tenga más genialidad, que sorprenda, me interesa mucho sorprender al observador, inspirar al comprador de mi joyería”, comparte la diseñadora industrial en entrevista para Joya Magazine.
En la más reciente exhibición de Joyas del Diseño, donde la diseñadora fue reconocida por su trayectoria y aportaciones a la industria joyera mexicana, Karen Marrun expuso Radiolaria, una colección que tuvo como eje rector el océano.
“Yo me fui al reino protista, un reino que no se ve, que no se ve a simple vista y es vital para los océanos. Verdaderamente trato de profundizar, de investigar más y sorprender al espectador, porque cuando veían las piezas la gente no entendía qué estaba viendo, entonces los cultivas, dejas una semillita que los hace investigar más”.
Sus colecciones cuentan una historia, capturan el interés de quien las porta, de quien cuestiona su forma, su inspiración; de quien se ve motivado a investigar más sobre el concepto que la rige. Piezas con dinamismo, las colecciones de la diseñadora industrial son el resultado de la creatividad libre, sin límites.
“Cuando a la joyería la abordas desde del diseño industrial, lo haces desde un lugar menos artístico y más de diseño; no te importa usar distintos materiales, no te da miedo usar diferentes técnicas. Pienso en qué necesito representar y qué técnica me va a ayudar, y si es el 3D, le entro a eso, y si es la madera, plástico o plata, le entro al material, si es con el volumen que sea lo hago, y ya la estética es una consecuencia de. Como diseñadora industrial estoy acostumbrada a resolver mis diseños con las herramientas y materiales que sean”.
Sus aportaciones a la industria joyera no sólo han sido como diseñadora independiente, sino como mentora y asesora de empresas joyeras que han recurrido a ella para definir su ADN, sus colecciones, temática, etcétera, ¿la razón?, haber identificado la gran necesidad del diseño industrial en el sector joyero mexicano.
“Desarrollé una metodología para que como diseñadora industrial se pudiera asesorar a la industria joyera de plata en México, y de eso hice mi tesis, sacando mención honorífica. Con esta tesis empecé a dar clases y ayudar a las empresas a resolver lo que ellos querían comunicar, con los mismos términos conceptuales y estéticos, como su logotipo, su color corporativo, sus colecciones, sus puntos de venta, su merchandising, su display”.
A lo largo de su trayectoria, Karen Marrun ha sido parte del desarrollo de una industria que hoy tiene una mayor identidad en el diseño mexicano, que se ha fortalecido desde la unión de un gremio que busca inspirar a través del diseño de joyería.
“Hay una diferencia entre hacer las cosas y hacerlas bien, y hacerlas bien es realmente entregarse al proceso creativo, ser muy auténtico y genuino, confiar en tu bagaje cultural y decir: “Yo quiero perseguir este sueño y hacer esto”; pero como les digo a muchos de mis clientes, hacer joyería no es vender cualquier cosa, la joyería está vinculada al espíritu de las personas. El verdadero artista joyero tiene que entender que lo que está haciendo va a penetrar en el corazón y esencia de la persona que lo va a comprar”, enfatiza la diseñadora.