Por Thelma Gust Ramos.
El primer registro verídico de la orfebrería se encontró en Necrópolis de Varna, en un yacimiento arqueológico localizado en Bulgaria en 1972, ¿el gran hallazgo?, un tesoro de oro que contenía el oro procesado más antiguo del mundo, y el cual remonta a las civilizaciones de la época de la Cultura de Calcolítico, entre 4.600 y 4.200 años A.C.
Localizado en un antiguo cementerio en la zona industrial de la ciudad, desde entonces se han excavado unas 300 tumbas, encontrándose objetos de orfebrería y alfarería; en total, más de 3 mil objetos de oro con un peso total de 6 kilogramos.
De acuerdo con arqueólogos, en una sola tumba, fueron identificados 990 objetos de oro, alrededor de 1,5 kg de este metal, cantidad que sobrepasa todo el oro trabajado en el resto del mundo durante ese mismo período.
Pero ¿quién lo descubrió?, la historia remonta al hallazgo de un joven de 22 años llamado Raycho Marinov, quien, en ese entonces, inmerso en el ramo de la construcción, se encontraba abriendo una fosa para tendido eléctrico en el sector industrial de Varna, pues se planeaba construir una fábrica de conservas.
Sin embargo, una mañana, un destello de luz atrajo la atención del joven obrero mientras escarbaba la tierra. Un brazalete, unos aretes y un peto triangular de oro serían los primeros hallazgos de un gran descubrimiento. Al guardar las piezas en una caja de zapatos, Marinov las llevó a su maestro y especialista en atiguedades: Dimitar Zlatarski, quien tras ver las piezas quedó atónito, contactando al Museo Arqueológico de Varna (MAV).
Tras este descubrimiento, el gobierno búlgaro suspendió las obras de la planta conservera, recompensando a Marinov con varios salarios y encomendando a prestigiosos arqueólogos una excavación en todo el lugar.
Los arqueólogos creen que el cementerio de Varna atendió al menos a 8 centros poblados, lo que podría sugerir la existencia de un protoestado y, de ser así, sería anterior a los reinos de Mesopotamia y Egipto, considerados hasta ahora como los más antiguos.