Turquía ha aumentado sus ambiciones de producir más oro que la media actual de 35 toneladas anuales en los últimos cinco años, según el gobierno turco. De acuerdo con datos publicados por el Consejo Mundial del Oro, el Banco Central de la República de Turquía, registró reservas de 565 toneladas de oro, al comprar a inicios de este año toneladas de oro, convirtiéndose en el mayor comprador de este metal precioso de entre todos los bancos centrales del mundo.
La demanda de joyas en el país también aumentó y se disparó un 32% interanual en el último trimestre del año pasado, incluso “a pesar de la subida del precio local del oro durante el cuarto trimestre, el aumento de la inflación entre los consumidores puso en primer plano el motivo de la inversión”, compartió el Consejo Mundial del Oro.
Este comportamiento se debe, en parte, a la devaluación de su moneda que, según datos de Bloomberg apuntan que la lira turca se depreció casi un 30% el año pasado, mientras que el precio del oro en liras aumentó un 40% anual.
El oro se ha convertido en una mercancía popular entre los hogares turcos, que lo utilizan como cobertura frente a las presiones monetarias y la inflación. La sólida demanda interna permite a los comerciantes de oro turcos ser competitivos en el exterior y se ofrecen primas, de hasta 100 dólares por onza por el oro en el mercado internacional.
En tanto, la importación de piedras y metales preciosos aumentó casi un 600% en diciembre del año pasado, en comparación con el 2021, según datos de la agencia estatal de estadísticas TurkStat. La energía y el oro son los principales impulsores del déficit comercial de Turquía, que aumentó un 42% en el mismo periodo.