México tiene 132 Pueblos Mágicos, lugares que muestran y preservan la identidad cultural y riqueza histórica que los vio nacer. La minería ha sido una actividad económica importante para el desarrollo de muchos sitios que hoy forman parte de ese gran número considerado como Pueblos Mágicos.
Mineral de Pozos, Guanajuato
Ubicado en el estado de Guanajuato, es un pintoresco pueblo minero cuya historia se remonta a la época colonial. Durante el siglo XIX y principios del siglo XX, Mineral de Pozos experimentó un auge en la minería de plata y otros metales, convirtiéndose en un importante centro productor en la región. Aunque la actividad minera se detuvo en gran medida a mediados del siglo XX, en las últimas décadas el pueblo ha experimentado un renacimiento como destino turístico y cultural, gracias a la preservación y restauración de su patrimonio minero y arquitectónico.
Real del Monte, Hidalgo
A 15 minutos de Pachuca, encaramado en las montañas de la Sierra Madre Oriental, este antiguo pueblo minero activo actualmente, es el más alto de todo México. Hoy, es uno de los emblemas turísticos de Hidalgo y forma parte de la ruta Corredor de la Montaña que agrupa a poblaciones como Huasca de Ocampo, Mineral del Chico, Omitlán o Atotonilco. El distrito minero Real del Monte ha producido a la fecha, en 462 años, 40 000 t de plata y 231 t de oro, lo que representa 16 % de la producción nacional de plata y 6 % de la producción mundial.
Real de Catorce, San Luis Potosí
Sus minas, junto con las de Zacatecas y Guanajuato fueron hasta entrado el siglo XX líderes en la extracción de plata. Se incorporó al programa Pueblos Mágicos desde hace 22 años. Aunque la actividad minera ha disminuido en la actualidad, el pueblo ha resurgido como un destino turístico y cultural, atrayendo a visitantes interesados en su rica historia, su patrimonio arquitectónico y su entorno natural. Entre sus sitios más visitados están Antigua Casa de Moneda, Museo Parroquial Padre José Robledo, Parroquia de la Purísima Concepción, Túnel de Ogarrio, Wirikuta, entre otros.
Taxco, Guerrero
Uno de los pueblos mineros más conocidos y emblemáticos de México sin duda es Taxco, en Guerrero. Taxco vivió un auge en la minería de plata durante la época colonial y el siglo XX, convirtiéndose en un importante centro productor de este metal precioso. Hoy es un Pueblo Mágico que se distingue por su gran propuesta comercial de plata y la belleza de sitios históricos como la Parroquia de Santa Prisca, el teleférico y las calles empedradas del sitio que alguna vez fue el principal productor de plata en el país.
El Oro, Estado de México
Las compañías inglesas de minería que se asentaron aquí y la influencia francesa que caracterizó al Porfiriato determinaron el estilo arquitectónico de muchos de los edificios del centro. El Pueblo Mágico de El Oro es una de las antiguas glorias mineras del Estado de México, y a pesar de que su brillo minero está completamente agotado, sigue preservando su historia y tradiciones.