Con más de seis décadas en la industria joyera, el empresario José Cruz Avilán destaca la necesidad hacer aún más atractivo el oficio de la joyería en los jóvenes
Por: Thelma Gust Ramos
Con una fuerte pasión por la industria joyera, el empresario José Cruz Avilán, fundador de su empresa homónima comparte para Joya Magazine la gran oportunidad de crecimiento y desarrollo que tienen los jóvenes en el sector joyero en México; destacando la gran necesidad de crear espacios de formación y capacitación para la fabricación de joyería.
Para usted, ¿Cuál es el principal reto que tiene la industria joyera en México?
“Podemos hablar de que hubo tiempos muy buenos, en el que las cosas eran más fácil, producir y trabajar. Ahora, considero, la situación se ha complicado mucho porque estamos padeciendo en la industria la cuestión laboral, por ejemplo, la mano de obra. Se ha terminado un oficio que era el de aprendiz, sobre todo en los jóvenes, y ahorita este es uno de los grandes retos que tenemos como industria, hacer atractivo el oficio para las nuevas generaciones”.
“Definitivamente es un tema generacional. Los jóvenes están buscando otras cosas, tienen otros intereses. Yo pienso que habría que hacer del oficio una carrera integral, desde sus inicios; crear escuelas, como las que antes había y de las cuales salieron grandes elementos”.
¿Por qué los jóvenes deberían profesionalizarse dentro del sector joyero?
“Hay una oportunidad muy grande en el tema de la joyería fina, en el diseño. Los nuevos compradores están volteando hacia el diseño viéndolo como una inversión. Se están interesando en joyería fina, en piedras preciosas. Hace unos años quien buscaba una joya de este tipo se iba al extranjero a comprarla, pues no había mucha oportunidad; esto es un cambio muy importante generado por la tecnología, por el diseño, por personas jóvenes que se han atrevido a invertir, a emprender y a prepararse”.
“Ahora los jóvenes pueden tener la oportunidad de estudiar aún más, gemología, diseño, de una forma diferente. Es la ambición de cada joven de hacer y de ser. Los jóvenes tienen una oportunidad enorme en la industria joyera”.
¿A qué deben apostarle las nuevas generaciones de la industria?
“Definitivamente y siempre a la calidad. Recurriendo a materiales de muy buena calidad. Siempre es conveniente acompañar tu producto con buenas piedras para hacerlo más atractivo y más rentable. El diseño está muy fuerte gracias a que la tecnología y la maquinaria ha evolucionado mucho. Antes no querían invertir en diseño pero ahora son muchas las personas que quieren invertir en joyería que lleve la creatividad de quien las crea.
“Es muy importante apoyar a las nuevas generaciones. En la industria joyera de Jalisco ha habido muy buenos liderazgos que han proyectado a la industria a un nivel realmente importante. Empresas que se han atrevido, que han llegado a exportar en Europa, en Estados Unidos, en Hong Kong, en países donde hoy se reconoce a la joyería mexicana”
El posicionamiento actual de
la joyería mexicana, ¿es una ventaja comercial para las nuevas empresas?
“Sí, por el valor de la joyería mexicana que se ha ido construyendo a lo largo de la historia de nuestra industria. Somos los principales productores de joyería en América Latina. Todo mundo quiere comercializar con México. Los países centroamericanos y sudamericanos quieren comercializar con nuestro país; Estados Unidos también. ¿Cuántos años tenemos ya como Pabellón México en las principales ferias del mundo, en JCK Las Vegas? Tenemos un cimiento muy importante”.
“Sin embargo, tenemos que seguir dando conocimiento sobre nuestro sector a los jóvenes, con capacitación en tema de regulaciones, traslados; temas en los que como gremio tenemos que llevar en conjunto”.
¿Cuál es el gran acierto que, para usted, ha tenido la industria joyera en los últimos años?
“Uno de los grandes aciertos ha sido la perseverancia, la constancia y la confianza en el negocio. El haber arriesgado todo. En momentos de crisis o dificultad, el hablar y darle confianza a la persona que día a día trabaja contigo; eso es la fuerza que te da la oportunidad de salir adelante. Hay que ser humildes para reconocer que no siempre podemos hacerlo todo, que tenemos que trabajar en equipo y que ellos son parte importante; que, aunque no estén en el escaparate, no aparecen en los escenarios, pero son los que hacen el trabajo. Somos una familia”.
¿Cuál es el valor de competitividad que Grupo de Calidad le ha dado a su empresa?
“Grupo de Calidad nos ha dado un prestigio, un soporte. Estar dentro de Grupo de Calidad nos distingue de los demás que incluso no están. Hay confianza con los clientes simplemente por estar dentro de este programa. Actualmente mucha gente conoce del prestigio e importancia de Grupo de Calidad. Yo recuerdo que me tocó participar hace tiempo en los proyectos de inicio del programa y andábamos en Taxco, en Ciudad de México promoviendo esta iniciativa que ayuda y agrega valor a las empresas”.
Con más de seis décadas en la industria joyera, ¿qué sentimiento despierta en usted la joyería?
“Yo siento pasión por la joyería. Desde mis inicios, desde que la conocí en la familia sentí algo especial por ella, despertando en mí la pasión por este negocio; no sólo por la parte económica, sino por la fabricación de la joya. Yo disfruto al ver una joya bien hecha, bien terminada; esa es mi máxima satisfacción”.
“Crecí en una familia de joyeros. Desde los 12 años andaba entre las mesas de los trabajadores; aprendí desde muy pequeño. A los 15, 18 años ya sabía yo qué era todo el oficio para poder trabajar. De hecho, mi primer taller lo tuve a los 20 años; ya tenía trabajadores y comenzaba a vender directamente. Luego con mis hermanos empecé a formar el taller, los enseñé y fue un evolucionar creciendo como grupo, como familia, para después tomar cada uno su rumbo, y estar hoy cada uno con sus familias enseñando lo que más nos apasiona”.
José Cruz Avilán comparte con sus hijos y nietos su pasión por la industria que lo convirtió en empresario.