Joyería, vidrio y belleza en la vida de este mítico artista
A veces, mirar al pasado es descubrir personajes que deslumbraron en vida e incluso después de ella. Es el caso de René Lalique (1860-1945), reconocido joyero francés.
La etiqueta de joyero, quizá se queda corta. Lalique fue un artista multifacético, aunque su fama a escala internacional se da tras el reconocimiento por su trabajo en el ejercicio orfebre y también debido a su apasionante expresión en el vidrio.
Al observar su propuesta, descubrimos verdaderos objetos de deseo que parecen salir de la literatura fantástica. Desde mujeres con siluetas perfectas, casi etéreas, hasta libélulas y otros insectos, así como flores y demás ornamentos de la fauna y flora que conviven en un mismo universo dentro de esa pieza llamada joya.
Su paso por la historia de la joyería así como el arte en general, ha sido sofisticado y sumamente reconocible. Y es que el trabajo de René Lalique lo llevó a ser considerado como uno de los principales expositores de la joyería moderna.
La influencia del Art Nouveau es contundente en sus creaciones y a lo largo del tiempo ha sido admirada en galerías y publicaciones dedicadas a recordarle con admiración.
Por ello, reunimos algunos datos que debes conocer sobre este mítico maestro:
- Trabajó para firmas como Cartier y Boucheron.
- Sus joyas combinaron materiales como marfil, vidrio y esmaltes de una forma nunca antes vista.
- El trabajo en vidrio le permitió plasmar su arte en las iglesias francesas San Mateo y y Saint Nicais de Reims.
- En 1925, la International Exposition of Modern Industrial and Decorative Arts marcó el climax de Lalique como experto del vidrio.
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