Entre los municipios que integran San Luis Potosí, México, está Xilitla, un poblado mágico que nos recuerda cómo la unión entre naturaleza, arquitectura y sueños, siempre dará buenos resultados.
Con el característico ambiente de la Huasteca Potosina como escenario, en este lugar se encuentra un destino sumamente visitado. Se trata de las Pozas de Xilitla, mejor conocido como Jardín Escultórico Edward James.
El lugar lleva el nombre del soñador que le dio vida, un artista británico que se adentró al surrealismo para echar a andar una construcción que podría no tener sentido, pero que al mismo tiempo enamora.
Con escaleras que no llevan a ningún lugar más que al cielo, puertas que abren paso a la nada y torres que si bien se entrelazan con la naturaleza, también con ores de concreto y hasta con cascadas que se combinan con la melodía de la lluvia o los susurros del aire, el espacio se ha posicionado en quienes desean descubrir nuevas aventuras.
Lo que hoy es admirado por locatarios y extraños, originalmente surgió de la imaginación de Edward James para su círculo cercano; fue en 1962 cuando el millonario europeo comenzó la construcción del jardín, recurriendo a cientos de personas y talentos.
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