Ricardo Domingo

por adminjoyam

Ricardo Domingo: La creatividad es la base para trabajar con cualquier material

Ricardo Domingo es un hombre inspirado en la naturaleza, como él lo comenta: escojo de mis experiencias diarias los temas que me interesan. Entiendo la naturaleza como todo aquello que nos rodea y nos influye, es un poco como el sentir de los creadores del Modernismo Catalán, supongo que vivir en Barcelona tiene algo que ver.

Sin embargo, cuando trabaja con algún cliente como Ágatha Ruiz de la Prada, Adolfo Domínguez o Antonio Puig, quienes lo buscan a él, se documenta y analiza el encargo como un proyecto. Es entonces cuando, con base en el briefing, o el análisis, encuentra la inspiración; ya que cada proyecto es diferente y requiere investigación previa.

Al principio de su carrera pensaba que la plata sería el material base de su creatividad, pero después de 20 años de oficio, cree que la creatividad es la base para trabajar con cualquier material: «dignificarlo y darle al mundo algo bonito, que responda a unas necesidades concretas o suponga un negocio lucrativo para quién lo produce».

Además de su carrera como diseñador de joyería se ha especializado en Mercadotecnia e Imagen de Marca, para complementar su trabajo, ya que en palabras del propio Domingo: «sin ellos no se llega a ninguna parte […] En un mundo tan plagado de objetos de los que escoger, la competencia entre sectores y en el mismo sector es brutal. Sobresalir del resto no es fácil, hace falta dotar a una joya de todo aquello que la complemente para salir al mercado. Un buen proyecto empresarial; una buen imagen de marca; un buen embalaje; unos soportes expositores bien diseñados; una estrategia publicitaria. Hasta poner bien un precio, y todo esto no significa gastar dinero: imaginación y buenas ideas».

Ricardo Domingo también es reconocido por dar a conocer al mundo su teoría del ADN, que se entiende como la personalidad que tenemos como seres humanos; la que nos caracteriza; la que es única e intransferible: «de lo que se trata es de que nuestro trabajo sea único e intransferible, que la sociedad sea capaz de identificarnos y describir nuestra obra con tres o cuatro adjetivos, que mezclados entre sí, sean absolutamente nuestros. Cuando eso pasa es que somos marca. Esto es la teoría, en la práctica hay instrumentos para focalizar nuestra creatividad en trabajos personales y únicos. Quedarnos con lo que sabemos hacer mejor y olvidar el resto. No tenemos que hacer un trabajo parecido al de otra marca, ni copiar, porque en la vida real ni somos clones ni somos iguales».

Para este catalán los diseñadores mexicanos tienen mucha creatividad, pero según su perspectiva están mal enfocada o incorrectamente posicionada. Como europeo encuentra diferencias entre el público consumidor del Viejo Continente y el latinoamericano. «Disfruto estudiando aspectos inusuales: el posicionamiento de las joyas o las diferencias entre tradiciones y costumbres. La joyería son sentimientos y estos no son nada sin un soporte expositor. El soporte expositor es el ser humano que interactúa con él, pero también se relaciona con el espacio tiempo que los rodea. Hoy en día tenemos muchas cosas comunes que la era de la información provoca por medio de hábitos de consumo globales. Tengo muchos ejemplos, pero si generalizo, que es algo que no se debe de hacer mucho, puedo decir que en Latinoamérica lleváis joyas como forma de vida; compráis joyas siempre. Forman parte de una cotidianeidad; del día a día. Una costumbre que ha sobrevivido a todos los tiempos».

«En Europa el hecho de ponerse una joya es mas adornarse, más preciso la justificación: tiene que haber un por qué de la elección. Aquí también, pero sois mas viscerales».

El diseñador está consciente de la crisis por la que atraviesa la industria de la joyería, pero de igual manera tiene en mente que crisis es igual a oportunidad: «esto es un problema de todos. Hemos de cambiar de evolucionar, de hacer una revolución de cambios de consumo; de saber a dónde va la sociedad; de estudiarla y ofrecerle productos adecuados al siglo XXI. La industria está parada; lo ha estado siempre. Hacen falta ideas innovadoras».

Ricardo Domingo visitará Guadalajara en el mes de noviembre, ya que será uno de los invitados de gala al Minerva Fashion de este año, donde tendrá una ponencia para explicar su teoría del ADN, trabajada desde el punto de vista de las cuatro cámaras que lideran el proyecto. Su intención es explicarlo con ejemplos que estimulen la creatividad de los estudiantes y empresarios que vayan a escucharlo, con el fin de hacerlo claro y ameno: «creo que voy a presentar una novedad que me trae de cabeza, pero que merece la pena ya que habéis sido tan amables de invitarme a este magnífico evento».

Para el próximo año, Domingo cuenta con proyectos interesantes en los que habrá intervención de Europa y América con los que sin duda nos sorprenderá con la creatividad y naturalidad que lo caracterizan.

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